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martes, 28 de julio de 2020

Sueño Fuerzas Antiislamicas

El Sueño de las Fuerzas Antiislámicas[1].

Tomado de: http://www.ilaam.net/Articles/DreamOfAntiIslam.html

Traducido por: Musa Abdullah Reyes H.

Para: www.islammexico.net

 

Introducción

A las fuerzas antiislámicas les agradaría ver un Islam modificado

1. Borrar el Yihad de las enseñanzas islámicas

2. Borrar la política como parte del Islam

3. Borrar la economía islámica

4. La modificación de la vida social musulmana

5. La oposición a la propagación entre no musulmanes

6. Dejar de prohibir el mal

7. Dejar de estudiar y vivir de acuerdo con el Corán y la Sunnah

La resolución israelí

8. Atraso y mediocridad tecnológica y educativa

9. Negar la tecnología militar

10. Globalización

 

Introducción.

 

    Es un sueño de las fuerzas antiislámicas el borrar el Islam de la faz de la tierra, pero saben que su sueño no puede tornarse realidad. Por lo tanto, se han resignado a vivir con el Islam, pero un Islam modificado con el molde del Cristianismo, una religión que conste de unos cuantos rituales privados. Las fuerzas antiislámicas quieren redefinir el Islam y quieren que los musulmanes acepten esto. Han estado trabajando en este proyecto durante los últimos tres siglos, con mucho éxito. Sus últimos tres siglos de constantes esfuerzos han dado origen a cultos pseudoislámicos, nuevas sectas, sectas redefinidas y órdenes corruptas dentro del Islam.

 

    No es un secreto que varias fuerzas antiislámicas están trabajando en tándem y en coordinación una con otra para borrar el Islam del Corán y de la Sunnah de la vida de las personas en todo el mundo. Ellos tolerarán un Islam ritualista a gusto del cristianismo, pero no el Islam real. Podría preguntarse “¿quiénes son estas fuerzas antiislámicas?”. Quien esto escribe ha redactado un artículo acerca del tema; para una discusión detallada véase "Islam In America: Rough Road Ahead" (Islam en América: un áspero camino por delante), publicado en Message International, febrero de 2000. Seguidamente se hace una breve presentación.

 

    Las fuerzas antiislámicas pueden ser divididas en tres grupos: (a) fundamentalistas seculares; (b) fundamentalistas sionistas e hinduistas, y (c) fundamentalistas cristianos. Los tres grupos trabajan juntos, se apoyan mutuamente en total cooperación, y cada grupo tiene su propia área de trabajo delimitada. Los tres grupos juntos constituyen sólo menos del 4 % de la población norteamericana, o sea menos de diez millones de individuos. Sin embargo, estas personas gozan de un tremendo poder e influencia sobre la gente. Más del 96 % de la gente es inconscientemente creyente y seguidora de las fuerzas antiislámicas. Es posible romper el lazo entre los líderes antiislámicos y sus seguidores inconscientes a través de la educación masiva de los musulmanes.

 

    Los líderes antiislámicos portan títulos tales como doctor, reverendo, profesor, etc., que les dan un aire de autoridad cuando hablan. Sin embargo, cuando hablan dan a la gente informada la impresión de que son, tal vez, doctorados en intolerancia y demagogia. Unos pocos ejemplos de estos traficantes de odio incluyen al Dr. Robert Morey, Dr. Anis Shorroush, Rev. Pat Robertson, Rev. Billy Graham, Prof. Sam Huntington, Prof. Daniel Pipes y muchos otros.

 

    Los fundamentalistas seculares son aquellos intelectuales que ven a la religión como irrelevante en la vida de la gente, pero toleran la religión en tanto la gente tenga creencias privadas acerca de algún tipo de Dios o dioses. Puede que algunas de estas personas tengan alguna creencia suelta acerca de algún tipo de Dios o dioses, pero no ven qué relevancia pueda tener en la vida social, económica y política de la gente; incluso el clero puede ser comprendido en esta categoría. Están particularmente en contra del Islam porque perciben que esta religión trata de convertirse en un sistema de vida establecido en competencia con el secularismo. Naturalmente, los secularistas tratan de destruir al Islam por completo; tienen una agenda. Los fundamentalistas seculares son la más numerosa de las tres fuerzas antiislámicas y la más poderosa, puesto que entre sus partidarios se incluyen políticos, comunicadores sociales, empresarios, profesores, maestros y parte de los paisanos del Oeste. Estas son las personas que dirigen los gobiernos, la ONU y sus diversas ramas, bancos, empresas multinacionales, “think-tanks[2]”, universidades, sistemas escolares, fundaciones de caridad, y muchas otras instituciones. Controlan casi la totalidad de la riqueza de la tierra. Pero Alláh es más poderoso. Los secularistas usan herramientas de tipo académico para generar odio contra el Islam. Son los generales de la guerra antiislámica. Estos intolerantes y demagogos se cuentan entre los profesores, especialistas, gurúes, académicos de universidades y otros “think tanks”. Se entiende que no todo fundamentalista secular odia el Islam, pero la mayoría de ellos lo hace, en forma abierta o disimulada. Los islamófobos usan los medios académicos tales como documentos de investigación, material educativo, publicación de libros, publicación de artículos en boletines y revistas profesionales. Así, influyen sobre los niveles más altos de la sociedad.

 

    Los fundamentalistas hinduistas y sionistas temen al Islam por su propia protección. Perciben que la expansión del Islam destruirá sus ideologías y dominios políticos. Son pragmáticos y su argumento para llevar a cabo actividades antiislámicas puede ser resumido de la siguiente manera:

 

1. Cuanto más demonizados son el Islam y los musulmanes, mejor se ven los sionistas y los hinduistas. El deshumanizar y demonizar a los musulmanes tiene su propia recompensa: les da legitimidad para matar musulmanes, destruir sus propiedades con topadoras, oprimirlos y arrestar y torturar a los activistas musulmanes. Qué tan a menudo se entera uno de que se ha matado una rata como noticia propagada por los diarios o programas de televisión. Sin embargo, el asesinato de musulmanes no es siquiera noticia, mucho menos uno de los titulares. En cambio, si un solo sionista o hinduista es herido o muerto por un musulmán, origina resonantes titulares en Occidente. Los palestinos en su propia tierra, los musulmanes en Cachemira y los chechenos en Chechenia están sufriendo, pero el poderoso Occidente se ha enmudecido y enceguecido a sus penurias. Para sumar el insulto a la injuria, enfáticamente estigmatizan a los musulmanes como “terroristas”. Es evidente el sombrío contraste con la política occidental hacia los musulmanes en el caso de los de Timor Oriental, una minoría cristiana y animista en Indonesia que quemó mezquitas, mató a docenas de musulmanes y marchó por las calles. El Occidente se levantó en su apoyo y presionó para lograr su independencia de Indonesia. El doble patrón en juego es obvio en el hecho de que los musulmanes de Palestina, Cachemira y Mindanao han estado reclamando su independencia por décadas y Occidente los denomina “terroristas” y presta ayuda a sus opresores. En octubre de 2000, más de cien jóvenes árabes fueron muertos por israelíes usando armas pagadas por los contribuyentes norteamericanos. Un gran porcentaje de los árabes asesinados eran adolescentes, pero nadie está cuestionando a Israel o culpando a los israelíes. Cuando dos asesinos entrenados por Israel que fueron enviados para matar a líderes árabes fueron prendidos y muertos, esto generó titulares en la prensa de todo el mundo. Los asesinos entrenados son “hacedores de la paz” y los niños de entre 6 y 16 años son “terroristas”. Sólo los ignorantes compran esta clase de distorsión y hay muchos en los USA debido a la miopía, desidia, indiferencia, laxitud y complacencia de las masas musulmanes y sus dirigentes, particularmente entre aquellos musulmanes que viven en Occidente. Los musulmanes que viven en Occidente tienen a su disposición herramientas y poder para cambiar la situación para siempre y revertir el clima antiislámico en pro-islámico.

 

2. Los fundamentalistas hinduistas e israelíes deshumanizan a los musulmanes y los retratan como salvajes terroristas mientras que los verdaderos perpetradores del terror, es decir la CIA, Israel y la India reciben ayuda financiera, militar, tecnológica y de inteligencia de la administración y el Congreso de los USA. Se ha informado que Israel recibe del gobierno de los USA más de seis mil millones de dólares anualmente en ayuda. Esto es, una recompensa de $1500 garantizada por los contribuyentes norteamericanos anualmente para cada judío, hombre, mujer y niño viviendo en Israel. Esta es la recompensa por colonizar la tierra palestina y desplazar al pueblo palestino. El ciclo de represión de los musulmanes es fortalecido usando ayuda norteamericana en la forma de armas, tanques, helicópteros, misiles, entrenamiento de espías, información de inteligencia y generosa ayuda económica. Los musulmanes que viven en los USA pueden cambiar esta política involucrándose en el proceso político; con seguridad que habrá mucha resistencia contra la entrada de los musulmanes, pero los musulmanes deben luchar y encontrar su nicho en el gobierno norteamericano para ejercer su influencia. Hay muchas historias exitosas de fortalecimiento de los musulmanes a nivel local cuando se tornan activos, por ejemplo en Santa Clara, California; Bridgeview, Illinois; Morton Grove, Illinois; Brooklyn, Nueva York, y la campaña senatorial en Nueva Jersey, entre otros. Los musulmanes que viven en esas áreas fueron capaces de convertir la marea antiislámica en neutral o pro-islámica. El aislacionismo propuesto por algunos musulmanes ignorantes es una receta para el lento suicidio y de hecho es un llamado a estar sujetos al mismo destino que los musulmanes sufrieron en España, Bosnia, Chechenia y Kosovo. Como resultado del involucramiento de los musulmanes, el congresista Tom Campbell (republicano, de California) presentó un proyecto en el Congreso para detener todas las formas de ayuda a Israel; el proyecto fue apoyado por sólo doce congresistas, pero fue un primer intento. Si los musulmanes se hacen activos en la política norteamericana, el día en que el proyecto de Tom Campbell sea aprobado no estará lejano.

 

3. Los sionistas e hinduistas temen el aumento de la población musulmana en USA. Ven que con el aumento de la población musulmana, los musulmanes finalmente serán un factor político y económico, y esto es lo que más los asusta. La influencia sionista en USA proviene del involucramiento de los judíos en el proceso político a través del aporte de dinero, tiempo y talento para los políticos. Se estima que por cada dólar que los judíos norteamericanos gastan en políticos, Israel recibe más de mil dólares del gobierno de los USA. Este proceso les reditúa no sólo dinero para Israel sino también oportunidades de convertirse ellos mismos en políticos. Ahora, los judíos están en el gobierno y a cargo del gobierno a nivel local y nacional gozando de influencia más allá de su proporción en la población (menos del dos por ciento). El involucramiento judío en el proceso político ha cambiado su posición, esto es, de ser la gente más odiada en los años 1900’ a ser la gente más poderosa en el año 2000. En realidad a los judíos en USA les tomó menos de sesenta años (dos generaciones) de duro trabajo acumular el poder que tienen. Estas fuerzas antiislámicas están trabajando tan duro como es posible para mantener bajo control el crecimiento de la población musulmana en USA y, por cierto, también la participación musulmana en la política. Ya están difundiendo rumores de que la participación política musulmana es absolutamente peligrosa y no debería ser propiciada. Este grupo usa los medios de comunicación y la industria del entretenimiento para crear odio al Islam y los musulmanes. Hay algunos grupos, como Hizb At-Tahrir, Tanzeem-e Islami, Tablighi Yamat, y otros que se han manifestado activamente contra la participación política musulmana, dando así cumplimiento al sueño de las fuerzas antiislámicas. Es extraño. ¿Qué ha ocurrido con el sentido común, el intelecto y la sabiduría de nuestros sinceros hermanos? En su ingenuidad, se están convirtiendo en enemigos del Islam a pesar de su amor y sinceridad en el din de Alláh. Aunque su sinceridad y amor de Alláh es incuestionable, se están colocando sin embargo justo en las manos oportunistas de las fuerzas antiislámicas.

 

4. Los fundamentalistas cristianos ven el Islam como un competidor mundial en la conquista de los corazones y mentes de la gente de todo el mundo para sus respectivas religiones. La tasa de conversión (reversión) al Islam es para ellos detestable y temible. Además, los fundamentalistas cristianos son más sionistas que los judíos de USA. Este grupo trabaja en el nivel subterráneo creando mentiras y engaños contra el Islam y los musulmanes y vendiéndolos directamente a las masas. Crean odio contra el Islam y los musulmanes y trabajan de modo que situaciones como la de Bosnia sean creadas y el holocausto de los musulmanes se haga realidad aquí en USA. Su objetivo es borrar el Islam de Occidente, lo que incluye América y Europa, y combaten al Islam también en los países de mayorías musulmanas. Son los soldados de infantería del movimiento antiislámico. Los fundamentalistas cristianos atacan la ‘aqeedah, prácticas, historia y civilización; distorsionan todo lo que sea islámico y lo deforman frente a sus oyentes y lectores. Usan la TV y radios cristianas, publican libros para gente común, así como boletines, guías y panfletos. Más aún, sus dirigentes con el título de “doctor” se presentan en las iglesias y dan discursos llenos de intolerancia contra el Islam y los musulmanes. Mientras que los musulmanes sean ignorantes de estas actividades e inconscientes de todo lo que sucede a su alrededor, cuando se produzcan los resultados será demasiado tarde para hacer algo al respecto.  Será Bosnia aquí, en Estados Unidos. Aquellos musulmanes que están en contra de la difusión entre la población no musulmana, están dando cumplimiento a los sueños de las fuerzas antiislámicas. Nuevamente, el autor de estas líneas entiende que los Tablighi Yamat son abiertamente culpables de oponerse a la difusión a los no musulmanes. El autor de estas líneas ha experimentado mucha antipatía por parte de esa gente durante sus viajes de Nueva York a California con el propósito de movilizar a la población musulmana para realizar tareas de difusión.

 

    Los propios musulmanes contribuyen con la islamofobia pero esto no se debe a que desprecien el Islam sino más bien a su propia ignorancia del Islam, pero no es este el tema del presente documento. Su autor ha escrito un artículo sobre el tema, aún inédito pero que circula en forma privada. La solución al problema de las fuerzas antiislámicas es la educación de los musulmanes y las masas norteamericanas acerca del Islam y los musulmanes y de este modo jalar la alfombra bajo los pies de las fuerzas antiislámicas; esto es, quitándoles una audiencia que les creería.

 

    La misión musulmana es como una bicicleta que tiene dos ruedas. Un monociclo es incapaz de ir suficientemente rápido. Una rueda de la bicicleta es la educación y la reforma de los musulmanes, y la otra rueda es la difusión entre los no musulmanes; ambas tareas deben realizarse simultáneamente. La política de los Tablighi Yamat, que consiste en andar en monociclo, no tiene evidencias en el Corán o la Sunnah. Podrán acercar muchas ovejas al rebaño, pero no contribuirán a formar líderes que dirijan la Ummah musulmana, restauren la dignidad al Islam y los musulmanes y establezcan el gobierno de Alláh en esta vida terrenal.

 

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A las fuerzas antiislámicas les agradaría ver un Islam modificado que incluya:

 

1. Borrar el Yihad de las enseñanzas islámicas.

 

    Esta es la parte más temible de las enseñanzas islámicas: que un combatiente es un ghazi o un shahid; es una situación de ganar o ganar para un mujaidín musulmán. El Oeste desea apoyar cualquier tipo de Islam que no tenga el Yihad con el sentido de qital en su teología. Un mushrik valora sobre todo dos cosas: su vida y su propiedad, las cosas que un verdadero musulmán tiene en menos, en camino hacia Alláh. Recuérdese el Hadiz de wan, la enfermedad que destruirá a los musulmanes y los convertirá en pasto de sus enemigos. Dan la bienvenida a los qadiani, tablighi Yamat, sufíes, y otros grupos similares. Estos grupos musulmanes, por su oposición o silencio acerca del Yihad en el sentido de qital, cumplen los sueños de los enemigos del Islam. El qital es parte del Islam pero sólo es relevante en su lugar y tiempo; no es para cualquiera ni para cualquier momento en que exista oposición contra el Islam. Los musulmanes tienen el deber de intentar y agotar todos los medios pacíficos antes de acudir al qital. Por otra parte, aquellos que incitan al qital para cualquier problema musulmán también cumplen los sueños de sus enemigos, puesto que esto les da la oportunidad de retratar al Islam como promotor del terrorismo y guerra.

 

2. Borrar la política como parte del Islam.

 

    Hay dos cosas incluidas en este tema: (a) La separación de la política y la “religión”, que es el dogma fundamental del secularismo y (b) desalentar la participación política de los musulmanes en Occidente, que es un deseo y un sueño para que los musulmanes no obtengan poder y no estorben el poder de los fundamentalistas sionistas y cristianos. La separación entre política y religión está basada en el brutal mandato de la Iglesia Católica sobre Europa durante mil años en nombre de la religión. Los secularistas ven el Islam según el molde del catolicismo, lo cual es una tontería de su parte y de parte de los musulmanes que los apoyan.

 

    La participación política de los musulmanes en USA es odiada por las fuerzas antiislámicas, porque cambiará el statu quo y los musulmanes comenzarán a ganar poder político en el país. Ellos aman a movimiento tales como los Qadiyanis, Tablighi Yamat, Sufíes, Hizb At-Tahrir, Tanzeem-e-Islami y grupos similares que concuerdan con los enemigos del Islam en mantener el statu quo a través de su oposición a la participación política. Estas agrupaciones (contra la participación política de los musulmanes) hacen que los sueños de las fuerzas antiislámicas se hagan realidad. Si los musulmanes participan en política en forma organizada, el poder de los fundamentalistas cristianos y sionistas se disipará a tiempo y los musulmanes podrán estar en posición de dictar sus políticas tanto local como mundialmente. Por favor no me digan que permitir a los enemigos del Islam hacer realidad sus sueños contra el Islam es parte de las enseñanzas del Corán y la Sunnah del Profeta (s). La ausencia de los musulmanes de la política deja un amplio campo abierto para los enemigos del Islam, para que actúen libremente sin ninguna resistencia ni obstrucción.

 

3. Borrar la economía islámica.

 

    Aquí hay nuevamente dos temas: (a) La separación de la economía del país de la religión, en este caso las enseñanzas islámicas, y (b) Evitar el establecimiento de instituciones económicas basadas en los principios de la economía islámica. A esa gente la aterroriza  que los musulmanes puedan convertirse en exitosos en sus emprendimientos económicos, porque sería el fin de la economía capitalista que apoya la explotación de los débiles e ignorantes y en la cual la avaricia es una virtud.

 

    Una economía basada en el interés es antiislámica, mientras que una economía capitalista se basa en el interés. El Islam la considera Haram. Asimismo, la comercialización de bebidas alcohólicas, los productos porcinos, las apuestas y la prostitución son Haram en el Islam. La economía islámica demolerá toda la estructura construida sobre la basa del capitalismo. Los Tablighi Yamat y los Sufíes dan cumplimiento a los sueños de las fuerzas antiislámicas al guardar silencio en esta área y esto no es la Sunnah del Profeta (s). A las fuerzas antiislámicas les agradaría ver ya sea que fueran echados por la borda los principios de la economía islámica, o que se guarde silencio al respecto, como lo han hecho las agrupaciones musulmanas arriba mencionadas.

 

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4. La modificación de la vida social musulmana.

 

    A las fuerzas antiislámicas les agradaría ver que los musulmanes abandonan el Hiyab y las objeciones a la libre mezcla entre los géneros. Les agradaría ver que los musulmanes comienzan a bailar como se lo hace en la cultura occidental y como se ha adoptado la costumbre de hacerlo en muchas sociedades orientales, incluyendo a algunos musulmanes “occidentalizados”. Odian ver a mujeres musulmanas educadas vistiendo el hiyab y apartándose de las fiestas sociales occidentalizadas. Por otra parte, les gusta ridiculizar a aquellas mujeres musulmanas que se enclaustran en sus casas y, si salen, lo hacen vistiendo el velo completo (burqa, abaya o shador). Los que rechazan el Hadiz son el grupo que ha adoptado el estilo de vida occidental, y esto complace a Occidente. Por otra parte, la Tablighi Yamat se ha puesto extremadamente opresiva de sus mujeres, negándoles oportunidades de educación y desarrollo intelectual. Los Tablighi incluso impiden que sus mujeres vayan a las masáyid y oigan los discursos de sus propios alfaquíes. No entienden que los primeros cinco o seis años en que un niño modela su personalidad son el período que pasan con sus madres. La madre es el primer maestro de un niño y construye su personalidad. Una madre oprimida, ignorante, frustrada y resentida se tornará egoísta, viviendo día a día para asegurar su comida y techo hasta que le llegue la última hora. Esta clase de madre criará un niño a su modo: egoísta, resentido, frustrado, ignorante y sin aspiraciones de excelencia o visión para sí mismo, su familia, su pueblo. Contrariamente, una madre educada, informada de modo islámico en el Corán y la Sunnah, feliz y visionaria con cualidades de líder, criará niños educados, felices y líderes visionarios. Durante mil años, los musulmanes han oprimido a sus mujeres, las han dejado en la ignorancia y marginado, y como resultado hemos criado toda una Ummah que es egoísta, ignorante del Islam, mediocre en su profesión, estrecha de miras, despavoriste de visión para su pueblo y carente de cualidades de liderazgo. Todo el mundo islámico está gobernado por brutos egoístas aptos para ser dictadores brutales con la ayuda de Occidente, pero que no pueden ser dirigentes porque sus ignorantes madres no los han entrenado para tales tareas. Los Tablighi Yamat y similares quieren mantener este penoso estado de cosas en la Ummah musulmana, y se contentan con que las riendas del poder mundial queden en manos de las fuerzas antiislámicas. No hay duda de que esas personas pueden obtener visas para cualquier país en Occidente, mientras que muchos buenos musulmanes están en la lista negra o silenciosamente se les niega la entrada y si de algún modo entran, son arrestados y encarcelados bajo uno u otro pretexto.

 

5. La oposición a la propagación entre no musulmanes.

 

    La Dawa entre los no musulmanes es un deber de todo musulmán, porque promueve y propaga el Islam. Las fuerzas antiislámicas odian sobre todo esta actividad de los musulmanes porque difunde el Islam y cualquier aumento en la influencia de los musulmanes es contraria a sus deseos y designios. Las fuerzas antiislámicas aman a los Tablighi Yamat y sufíes, quienes no abordan a los no musulmanes para transmitir el Mensaje. Naturalmente, los miembros de estos grupos musulmanes pueden obtener fácilmente visas a todos los países del mundo. Al oponerse o guardar silencio contra la Da'wat ila-Alláh entre los no musulmanes es materializar los sueños de las fuerzas antiislámicas. El Hizb At-Tahrir es muy sonoro en su lema “la jilafah es la solución”, pero no tienen un plan operativo para llevarla a cabo, ni siquiera en los países de mayoría musulmana. Me gustaría ver su plan para establecer la Jilafah en lugares donde los musulmanes constituyen el 2 % de la población, como los USA. Occidente no es lugar para levantar lemas emocionales como “la Jilafah es la solución” y entusiasmar a unos pocos jóvenes con ardientes discursos. Si su prédica es para establecer la Jilafah en uno o más de los países mayoritariamente musulmanes, deberían ir a esos países que son su objetivo y trabajar allí. Todo lo que hace esta gente es crear más problemas y obstáculos para aquellos que tienen planes para llevar a cabo un cambio en Occidente, tanto como sea posible, sin derramamiento de sangre.

 

6. Dejar de prohibir el mal.

 

    La enseñanza islámica “Amr bil-ma'roof wa nahi an al-munkar” significa mandar el bien y prohibir el mal. Prohibir el mal es, esencialmente, recordar a la gente que se abstenga de sus malas obras, lo que puede ser tomado por ellos como crítica. Desde un punto de vista secular, el mal debe ser definido por la ley; lo que es definido divinamente como mal no es necesariamente un mal. Por ejemplo, tomar bebidas alcohólicas, apostar, la fornicación y la homosexualidad son normas aceptables en Occidente y no deberían ser etiquetadas como “mal”. Desde el punto de vista occidental, la Tablighi Yamat es un maravilloso grupo de musulmanes, porque han sacado el nahi an al-munkar y lo han reemplazado por “sukut ‘an al-munkar”: guardar silencio frente al mal. La Tablighi Yamat lleva a cabo los sueños de las fuerzas antiislámicas. En la cultura secular, todos los males no definidos por la ley como delitos son actos creativos maravillosos. La desnudez es creatividad, la pornografía es creatividad, la homosexualidad es un estilo de vida alternativo, el adulterio es creatividad adulta consensuada, y ahora llega otro acto imaginativo: el incesto es creatividad. Los Tablighi Yamat prefieren guardar silencio en todas estas cuestiones antes que recordar a la sociedad acerca de estos males y trabajar para removerlos de la sociedad. Los musulmanes de la Tablighi Yamat y sufíes son maravillosos musulmanes moderados, amados por Daniel Pipes y Sam Huntington.

 

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7. Dejar de estudiar y vivir de acuerdo con el Corán y la Sunnah.

 

    Se está tornando algo comúnmente sabido entre los occidentales informados que aquellos musulmanes que estudian el Corán y la Sunnah y tratan de vivir de acuerdo con ellos son catalizadores de un cambio dentro de la Ummah musulmana. Dicha gente se gana la indignación de Occidente, se hacen acreedores de títulos tales como wahabitas y fundamentalistas extremistas, y son el objetivo contra el cual el Occidente subsidia movimientos. El autor de estas líneas ha oído muchas veces de dirigentes sufíes que el objetivo de sus vidas es luchar para remover el “wahabismo”, un fantasma inexistente. Los sufíes no trabajan para obtener, como objetivo de sus vidas, el beneplácito de Alláh, sino más bien para ganar el agrado y beneplácito de los enemigos de Alláh a través de su lucha contra el wahabismo. El término “wahabismo” fue acuñado por los británicos en los años 1820 para destruir el movimiento reformista de los Shahidayn en la India sembrando el odio y la discordia dentro de la Ummah musulmana, tarea en la cual fueron sumamente exitosos. La gente que llama a la humanidad al Corán y la Sunnah está causando un cambio significativo en las sociedades musulmanas a lo largo de todo el mundo, y eso disgusta a Occidente. El verdadero renacimiento del Islam entre los musulmanes es posible sólo a través del Corán y la Sunnah. Es sólo la rutinaria recitación del Corán antes que su estudio lo que mantiene a los musulmanes en la mansedumbre. Los Tablighi Yamat y sufíes están realizando el sueño occidental desde el interior, al desalentar el estudio del Corán y la Sunnah. El Occidente amaría ver a los musulmanes siguiendo ciegamente a un dirigente que no llamara a la gente a estudiar el Corán y la Sunnah, sino a seguirlo a ciegas. De acuerdo con los Tablighi Yamat y sufíes, requerir pruebas del Corán y la Sunnah es un tabú. Tales dirigentes religiosos pueden ser comprados y vendidos al mejor postor, de modo que se torna más fácil controlar a la gente. Los que son ignorantes y los siguen como ovejas en un rebaño son mucho más fáciles de controlar que aquellos que buscan el conocimiento en el Corán y la Sunnah antes que en rumores y habladurías.

 

    Con respecto a los países mayoritariamente musulmanes, el Occidente tiene los siguientes sueños, además de los puntos ya mencionados.

 

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La resolución israelí.

 

    A principios de los años 1970, el gobierno de Israel adoptó la resolución de mantener a todos los países árabes (de mayoría musulmana) más débiles, individualmente o en conjunto, que el estado de Israel. Esta decisión fue totalmente secundada por el Partido Demócrata y una versión ligeramente más débil fue secundada por los republicanos. Es obvio que estos partidos políticos norteamericanos se han unido a los enemigos del Islam y los musulmanes y siguen las siguientes estrategias:

 

8. Atraso y mediocridad tecnológica y educativa.

    Es el más ferviente deseo del Occidente que los musulmanes no sean educativa o tecnológicamente avanzados, sino que permanezcan en la mediocridad en su trabajo y profesiones. La investigación y desarrollo y la excelencia deberían permanecer dentro del círculo de la gente no musulmana. Los musulmanes deberían ser sólo consumidores de desarrollo y producción del mundo no musulmán. Afortunadamente para Occidente, hay agrupaciones musulmanas que promueven la mediocridad, el consumismo y el estar en las Masyid tanto como sea posible. Occidente ama esto.

 

    El Occidente intenta mantener a los países de mayoría musulmana en la fila de los meros importadores de productos listos para consumir, y exportadores de materias primas, de modo que permanezcan dependientes de los países industrializados no musulmanes para los productos terminados, y de forma que sigan siendo compradores de materias primas.

 

El Occidente intenta tanto como sea posible mantener a las sociedades musulmanas en el atraso en materia de educación, tecnología y productos industriales, sean de la industria pesada o para el consumidor final.

 

    Sin ir más lejos, en 1973, cuando el rey Faisal interrumpió las ventas de petróleo a los USA, se informó que Henry Kissinger dijo a los sauditas que podían beber petróleo cuando tuvieran hambre, puesto que los USA no les venderían trigo. El gobierno de los USA quiere mantener a todos los países de mayoría musulmana a raya bajo esa clase de amenazas. Los musulmanes no podrán cambiar tales políticas estúpidas del gobierno de los USA hasta que se involucren y asciendan por la escala del poder. Involúcrense y ganen influencia. Los musulmanes no necesitan mendigar sino reclamar y mandar, luego de remover a las fuerzas antiislámicas de las posiciones de poder. Esto puede y debe ser hecho. Para los musulmanes, el ascenso al poder en USA no será un lecho de rosas.

 

9. Negar la tecnología militar.

 

    El Oeste no se inquietaría si los países de mayoría musulmana tuvieran una fuerza policial con unos pocos bastones y pistolas para matar a sus propios pueblos y mantenerlos como rebaños de ovejas que se alinean y permanecen leales a las marionetas de Occidente. El proceso de paz entre Israel y los palestinos mostró sus verdaderas intenciones. El hecho fue que la policía Palestina debería ser dotada de unas pocas armas para mantener a la población palestina bajo control y para usarlas contra su propio pueblo. Una fuerza creíble de defensa contra un enemigo nos se le permite a ningún país de mayoría musulmana. Cuando Irak desarrolló una fuerza creíble, fue bombardeada hasta la edad de piedra. Occidente ha estado conspirando con Israel, la India y Rusia para bombardear a Pakistán hasta la edad de piedra, tan pronto como sea posible. La India e Israel puedan desarrollar bombas atómicas pero la misma tecnología se les niega a Pakistán e Irak. Israel, la India y China pueden desarrollar sus propios misiles y aviones, pero Pakistán e Irán no deben desarrollar esas tecnologías. Aquellos que se oponen a la participación musulmana en la política norteamericana quieren que el statu quo, esto es el mantener a los países musulmanes en la debilidad y conservar la hegemonía de Occidente, Israel, Rusia y la India sobre los países de mayoría musulmana. Sólo a través del involucramiento podrán los musulmanes cambiar las políticas de Occidente. Los musulmanes deberían tener la visión de convertirse en gobierno en Occidente, y perseguir este objetivo con visión de túnel.

 

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10. Globalización.

 

    Esta es la herramienta que se vende a los países musulmanes para atrofiar la cultura musulmana y reemplazarla por la cultura occidental. El Dr. S. M. Kureshi de Pakistán ha escrito un libro titulado “el fundamentalismo occidental en acción”, que vale la pena leer.

 

    Parece que la “globalización” fue desarrollada para atrofiar el renacimiento del verdadero Islam y las crecientes aspiraciones de los musulmanes de revivir su vieja gloria de ser el poder mundial que debe ser tenido en cuenta por los demás.

 

    La globalización incluye el mantener la hegemonía del Oeste en todas las áreas de la vida, particularmente la hegemonía cultural. Algunos movimientos islámicos están tratando de quitar la mala influencia de la cultura occidental y reemplazarla por las verdaderas normas islámicas, gradualmente perdidas bajo el mandato colonial de Europa. Occidente está usando todas las herramientas disponibles para implementar la globalización. A menos que los musulmanes ganen los focos de creación de políticas, no tendrán control sobre esos movimientos tan peligrosos. Aquellos musulmanes que se oponen a involucrarse en la política de los USA esencialmente quieren dar vía libre al Oeste en su implementación de la globalización. ¿Para quién trabaja esta gente en su ignorancia? ¿Trabajan para el Islam o para las fuerzas antiislámicas? Decídalo usted

 

    Durante los últimos cincuenta años, dos personas eran las más influyentes en la formulación de la política exterior norteamericana. Durante la era de Eisenhower, John Foster Dulles, entonces Secretario de Estado, formulaba la política, que era centrada en el capitalismo: era anticomunista y antiislámica. Cuando se le sugirió que trabajara con los movimientos islámicos para destruir al comunismo, rechazó la idea diciendo que el comunismo era hijo de Occidente, mientras que el Islam era un extraño. Durante la era de Nixon, Henry Kissinger, judío inmigrante de Europa, maniobró hasta lograr la posición de Secretario de Estado. La política de Kissinger era sionista y centrada en Israel y, naturalmente, antiislámica, antimusulmana y antiárabe. Tal vez fue Kissinger quien inspiró a Israel la decisión de mantener al mundo árabe (musulmán) más débil que Israel de modo que los partidos políticos norteamericanos pudieran adoptarla en sus plataformas. Él desarrolló o contribuyó con la política de dividir el mundo en dos zonas de influencia (hegemonía) con los USA arriba, como en la cima de un tótem. Él eligió que Israel fuera el amo del Oriente Medio, desde Marruecos hasta Irán. La India fue elegida como amo de los países del sur de Asia y Japón fue seleccionado para gobernar sobre el Lejano Oriente. Él eligió a la República de Sudáfrica (entonces régimen racista blanco y aliado de Israel) para ser el amo del África Subsahariana. La misma política es seguida por el gobierno de los USA y Europa en el año 2000. Kissinger diseñó la implementación del plan de Dulles de dividir Pakistán en dos pedazos. Kissinger planeó una división mayor de Pakistán en cuatro pedazos y su política es seguida por los sucesivos gobiernos de los USA. Los musulmanes deben meterse dentro del poder y poner fin a tales políticas antimusulmanas. La globalización es la extensión de las mismas viejas políticas de Dulles y Kissinger. Sólo a través del involucrarse podrán los musulmanes cambiar estas políticas corruptas y racistas.

 

    En conclusión, es un fervoroso llamado a nuestros amados hermanos en el Islam, que se asociaron con los Tablighi Yamat, Hizb At-Tahrir, y aquellos que están de acuerdo con esos partidos, reexaminar sus políticas y estrategias. Los fundadores de estos movimientos fueron personas sinceras y buenas pero sus políticas y estrategias se desarrollaron durante el período colonial. Si hubieran vivido en nuestros tiempos, si hubieran viajado a Occidente, el autor de estas líneas está seguro de que habrían cambiado. Nunca habrían acordado cumplir los sueños de las fuerzas antiislámicas en la forma en que sus seguidores intentan hacerlo. Aparte, muchas de estas cuestiones de política y estrategia no son materia de Sharía sino más bien de Iytihad. Trabajemos juntos para cambiar el mundo trayendo justicia y equidad como se nos enseñó a partir del Corán y la Sunnah.


 

[1] Por M. Amir Ali.

[2] N. del T. literalmente, “tanques de pensamiento”, entidades cuyo fin es reunir intelectuales para generar y difundir conclusiones sobre asuntos sociales, económicos y políticos.

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