SAHIH MUSLIM
Libros de los funerales
I. EXHORTACIÓN AL MORIBUNDO A QUE NO PRONUNCIE: LA ILLAHA ILLALLAH (NO HAY MÁS DIOS QUE ALLAH)
Abu Sa’id Al-Judri relató: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Exhortad a vuestros moribundos a pronunciar: la illaha illallah’”.
Este hadiz ha sido transmitido por Sulaiman ibn Bilal con la misma cadena de transmisores.
Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Exhortad a vuestros moribundos a pronunciar: La illaha illallah’”.
II. LO QUE SE DICE EN TIEMPO DE DESGRACIA
Umm Salamah relató: “Escuché al Mensajero de Allah (BP) decir: ‘Si un musulmán cuando le sucede una desgracia dice lo que Allah le ordenó: Ciertamente pertenecemos a Allah y ciertamente a Él regresaremos, ¡Allahumma! Recompénsame por mi desgracia y dame en su lugar algo mejor; Allah le dará algo mejor en su lugar’ Cuando murió Abu Salamah (su esposo) dije: ¿Qué musulmán es mejor que Abu Salamah? Su familia fue la primera en emigrar con el Mensajero de Allah (BP). Luego dije las palabras (que Allah ordenó, entonces Allah me dio en su lugar al Mensajero de Allah (BP). El Mensajero de Allah (BP) me envió a Hatib ibn Abu Balta’a con la propuesta de matrimonio, entonces le dije: Tengo una hija y soy celosa y él (el Profeta) dijo: ‘Respecto a su hija rogaremos a Allah para que ya no necesite tanto de ella, y rogaré a Allah que la libre de sus celos’”.
III. QUE SE DEBE DECIR AL LADO DEL ENFERMO Y DEL MUERTO
Umm Salamah relató: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Si visitáis al enfermo o al muerto suplicad el bien ya que los ángeles dicen: Amin, a todo lo que decís’. Cuando murio Abu Salamah fui al Profeta (BP) y le dije: ¿Mensajero de Allah! Ha muerto Abu Salamah, me dijo: ‘Di: ¡Allahumma! Perdóname y perdónalo y dame un mejor sustituto’. Lo dije y Allah me dio en su lugar alguien mejor que él, Muhammad (BP)”.
IV. CERRAR LOS OJOS DEL MUERTO Y LOS RUEGOS AL VISITARLO
Umm Salamah relató: “El Mensajero de Allah (BP) fue a lo de Abu Salamah (cuando este murió) y sus ojos estaban abiertos y fijos, entonces se los cerró y luego dijo: ‘Ciertamente cuando el espíritu parte de la mirada lo sigue’. Entonces algunos entre su familia lloraron, y él dijo: ‘No roguéis para vosotros sino el bien ya que los ángeles dicen: Amin, a lo que decís’. Luego dijo: ‘¡Allahumma! Perdona a Abu Salamah, eleva su grado entre los rectamente guiados, garantízale un sucesor entre sus descendientes que permanezca, perdónanos a nosotros y a él, oh Señor del Universo, haz su tumba espaciosa y pon luz en ella’”.
Jalil Al-Hadha transmitió este hadiz con la misma cadena excepto que dice: “Que seas Tu quien cuide lo que él deja”, y dijo: “¡Allahumma! Expándele su tumba”, y no dice: “Haz su tumba espaciosa”. Y Jalil Al Hadha dice: “Y rogó por una sexta cosa que he olvidado”.
Abu Hurayrah relató: El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘¿No veis que cuando el hombre muere deja sus ojos fijos y abiertos?’. Dijeron: ’Si’. Dijo: ‘Esto es por que la mirada sigue al alma (cuando parte)’”.
Este hadiz ha sido narrado bajo la autoridad de Al-Ala con la misma cadena de transmisores.
V. EL LLANTO POR LOS MUERTOS
Umm Salamah relató: “Cuando murió Abu Salamah me dije: Extranjera y en una tierra extraña, lo lloraré con un llanto que dará que hablar y me preparé para llorar por él cuando llegó una mujer de la parte alta de la ciudad que quería ayudarme (en los llantos) y que se había encontrado con el Mensajero de Allah (BP) quién le había dicho: ‘¿Quieres hacer entrar a Shaitan en una casa de la que Allah lo expulsó dos veces?’. Entonces controlé mi llanto y no lloré”.
Usama ibn Zayd relató: “Estábamos en lo del Profeta (BP) cuando una de sus hijas lo mandó a llamar informándolo que su niño o su hijo se estaba muriendo, entonces (el Profeta) le dijo al mensajero (de su hija): ‘Vuelve con ella e infórmala que ciertamente a Allah le pertenece lo que se ha llevado y lo que El ha dado, y que El ha determinado un tiempo para todas las cosas, ordénale que sea paciente y busque la recompensa (de Allah)’. El mensajero volvió y dijo: ‘Ella ha jurado que irías con ella’. Entonces el Profeta (BP) se levantó y se levantaron con él Sa’d ibn Ubada y Muád ibn Yabal y yo fui con ellos. El niño fue levantado hacia él y su alma estaba inquieta como si estuviera en un odre, entonces sus ojos (del Profeta) se llenaron de lágrimas y Sa’d le dijo: ‘¿Qué es esto? ¡Mensajero de Allah!’ Dijo: ‘Esto es misericordia que Allah ha puesto en el corazón de Sus siervos, y Allah es misericordioso con aquellos de entre Sus siervos que son misericordiosos’”.
Este hadiz ha sido transmitido por otra cadena de transmisores bajo la autoridad de ‘Asim Al-Ahual.
Abdullah ibn ‘Umar relató: Sa’d ibn Ubada se quejó de su enfermedad, entonces el Mensajero de Allah (BP) fue a visitarlo con ‘Abdu Rahman ibn ‘Awf, Sa’d ibn Abi Waqqas y Abdullah ibn Mas’ud, y cuando entró lo encontró desvanecido y dijo: ‘¿Ha muerto?’, dijeron: ‘¡No, Mensajero de Allah!’ Entonces el Mensajero de Allah (BP) también comenzaron a llorar y dijo: ‘Escuchad, ciertamente Allah no castiga por las lágrimas que derrama el ojo ni por la tristeza del corazón, sino que castiga por esto (y señaló su lengua) o es misericordioso’”.
VI. VISITA AL ENFERMO
Abdullah ibn ‘Umar relató: “Estábamos sentados con el Mensajero de Allah (BP) cuando llegó un hombre de los Ansar y lo saludó, luego el ansari se quiso marchar y, entonces, el Mensajero de Allah (BP) le dijo: ‘¡mi hermano Ansar! ¿Cómo está mi hermano Sa’d ibn Ubada?’ Dijo: Mejor, y dijo el Mensajero de Allah (BP): ‘¿Quién de vosotros lo quiere visitar?’. Se levantó y nos levantamos con él; éramos más de diez personas, no teníamos zapatos, ni calcetines, ni capuchas, ni camisas. Caminamos por la tierra desnuda hasta llegar a él (a Sa’d), entonces su gente se apartó de su alrededor hasta que el Mensajero de Allah (BP) y sus Compañeros se le acercaron”.
VII. PACIENCIA EN LA DESGRACIA AL RECIBIR EL PRIMER GOLPE
Anas ibn Malik relató: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Paciencia en el primer golpe’”.
Anas ibn Malik relató que el Mensajero de Allah (BP) fue a una mujer que lloraba por (la muerte de) su hijo y le dijo: “Teme a Allah y ten paciencia”. Ella dijo: “¡Tu no has tenido mi desgracia!” . Y cuando él se iba le dijeron: “Es el Mensajero de Allah (BP)”. Entonces ella sintió que se moría y se fue a su puerta, no encontró guardianes en ella y dijo: “¡Mensajero de Allah! No te reconocí”. Y él dijo: “Ciertamente hay que ser pacientes en el primer golpe”, o dijo: “ En el primer golpe”.
Un hadiz como este ha sido transmitido por la misma cadena de transmisores pero con estas palabras: “El Profeta (BP) pasó por una mujer que estaba (sentada) en una tumba.
VIII. EL MUERTO ES CASTIGADO POR LOS LLANTOS DE SU FAMILIA
Abdullah ibn ‘Umar relató que Hafsah lloró por ‘Umar (cuando estaba por morir), entonces él le dijo: “¡Silencio hija mía! Acaso no sabes que el Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Ciertamente el muerto es castigado cuando su familia llora por él.”.
‘Umar relató que el Profeta (BP) dijo: “El muerto es castigado en su tumba por las lamentaciones sobre ella”.
El mismo hadiz ha sido narrado bajo la autoridad de ‘Umar a través de otra cadena de transmisores.
Ibn ‘Umar relató: “Cuando ‘Umar fue herido se desmayó y entonces hubo lamentaciones sobre él, al volver a la consciencia dijo: ‘¿No sabéis que el Mensajero de Allah (BP) dijo: Ciertamente el muerto es castigado por el llanto del vivo?’”.
Abu Burda relató bajo la autoridad de su padre que: “Cuando ‘Umar fue herido Suhayb dijo (lamentándose): ‘¡hermano! Entonces ‘Umar le dijo: ¡Suhayb! ¿No sabes que el Mensajero de Allah (BP) dijo: Ciertamente el muerto es castigado por el llanto del vivo?’”.
Abu Musa relató: “Cuando ‘Umar fue herido Suhayb vino a verlo desde su casa y fue con ‘Umar, se puso a su lado y comenzó a llorar, entonces ‘Umar le dijo: ‘¿Por qué lloras? ¿Lloras por mí?’. Dijo: ‘¡Por Allah! Es por ti que lloro, ¡Emir de los Creyentes!’. Dijo: ‘¡Por Allah! Tu sabes que el Mensajero de Allah (BP) ha dicho: Aquel que es lamentado es castigado. Le mencioné esto a Musa ibn Talha y me dijo: ‘A’ishah dijo que esto era para los judíos’”.
Anas relató que cuando ‘Umar ibn Al-Jattab fue herido Hafsah se lamentó por él, entonces él dijo: “¡Hafsah! ¿No has escuchado al Mensajero de Allah (BP) decir: ‘El que es lamentado será castigado?’. Suhayb también se lamentó por él, y ‘Umar le dijo: ‘¡Suhayb! ¿No sabías que: Ciertamente el que es lamentado será castigado?’”.
Abdullah ibn Abu Mulaika relató: “Estaba sentado al lado de Ibn ‘Umar esperando el funeral de Umm Aban, la hija de ‘Uzman, y estaba también ‘Amr ibn ‘Uzman, entonces llegó Ibn ‘Abbas conducido por un guía y yo pensé que él estaba informando del lugar de Ibn ‘Umar, entonces vino hasta sentarse a mi lado, y yo estaba entre ellos dos (Ibn ‘Abbas e Ibn ‘Umar) cuando llegó un sonido (de lamentaciones) de la casa, entonces Ibn ‘Umar dijo: ‘(mientras le indicaba a ‘Amr que se pare y las detenga) Escuché al Mensajero de Allah (BP) decir: El muerto es castigado por el llanto de su familia’. Y así Abdullah generalizó (lo que había sido dicho para una ocasión particular) Ibn ‘Abbas dijo: ‘Estábamos con el Emir de los Creyentes ‘Umar ibn Al-Jattab entonces llegamos a Al-Baidá y había un hombre bajo la sombra de un árbol, y me dijo: Ve y dime quien es esa persona, fui y él era Suhayb, volví con él y le dije: Ordénale que venga a vernos, dije: Está con su familia, dijo: Aunque esté con su familia. Entonces, fue y le dijo (que viera al Emir de los Creyentes). Cuando volvimos (a Medina) no pasó mucho tiempo que el Emir de los Creyentes fue herido, entonces vino Suhayb y dijo: ¡compañero, oh hermano! Y ‘Umar le dijo: No sabes o no has escuchado que el Mensajero de Allah (BP) dijo: Ciertamente el muerto es castigado por algunas lamentaciones de su familia. En cuanto a Abdullah (Ibn ‘Umar), él lo generalizó (a toda ocasión), y ‘Umar, en cambio, lo aplicó a algunas ocasiones. Entonces me levanté y fui a lo de ‘A’ishah y le conté lo que había dicho Ibn ‘Umar y ella dijo: No, ¡por Allah! El Mensajero de Allah (BP) nunca dijo que: El muerto es castigado por el llanto de su familia, sino que él dijo: Ciertamente Allah aumenta el castigo del incrédulo con el llanto de su gente y ciertamente Allah es el que hace reír y hace llorar y nadie cargará con la carga ajena’. Ibn Abu Mulaika relató que Al-Qasim ibn Muhammad dijo que cuando las palabras de ‘Umar e ‘Ibn ‘Umar le fueron transmitidas a ‘A’ishah, ella dijo: ‘Ciertamente vosotros me habéis narrado de quienes no son mentirosos ni sospechosos de mentir pero si de (algunas veces) escuchar erróneamente’”.
Abdullah ibn Abu Mulaika relató: “La hija de ‘Uzman ibn ‘Affan murió en Makka, y fuimos a presenciar sus funerales. Estaban presentes Ibn ‘Umar e Ibn ‘Abbas y yo estaba sentado entre ellos dos, primero me senté al lado de uno de ellos y luego llegó el otro y se sentó a mi lado. Abdullah ibn ‘Umar le dijo a ‘Amr ibn ‘Uzman que estaba sentado frente a él: ‘¿Por qué no prohibes los llantos?, ya que el Mensajero de Allah (BP) dijo: Ciertamente el muerto es castigado cuando su familia se lamenta por él’. Ibn ‘Abbas dijo: ‘ ‘Umar solía decir algo por el estilo’. Luego narró: ‘Veníamos de Makka con ‘Umar hasta llegar a Al-Baidá cuando vimos un grupo de jinetes bajo la sombra de un árbol, y (‘Umar) me dijo: Ve a ver quienes son esos jinetes. Fui. Observé y Suhayb estaba entre ellos, lo informé de esto y me dijo: Dile que observé y Suhayb estaba entre ellos, lo informé de esto y me dijo: Dile que venga. Entonces volví con Suhayb y le dije: Ve y reúnete con el Emir de los Creyentes. (Luego) cuando ‘Umar fue herido llegó Suhayb llorando y diciendo: ¡hermano, oh compañero! Entonces ‘Umar le dijo: ¡Suhayb! ¿Lloras por mi? Y el Mensajero de Allah dijo: Ciertamente el muerto es castigado por algunas lamentaciones de su familia por él. Ibn ‘Abbas dijo: Cuando ‘Umar murió le mencioné esto a ‘A’shah y ella dijo: Que Allah tenga misericordia de ‘Umar, ¡por Allah! El Mensajero de Allah (BP) nunca dijo: Ciertamente Allah castiga al creyente por el llanto de alguien, sino que dijo: Ciertamente Allah aumenta el castigo del incrédulo con las lamentaciones de su gente por él. El Corán es suficiente para vosotros: Nadie cargará con la carga ajena. (6:164)’. E Ibn ‘Abbas dijo: ‘Y Allah es El que te hace reír y El que te hace llorar’. Ibn Abu Mulaika dijo: ‘Por Allah, Ibn ‘Umar no dijo nada’”.
‘Amr relató bajo la autoridad de Ibn Abu Mulaika: “Estábamos en el funeral de Umm Aban, la hija de ‘Uzman”, y el resto del hadiz es el mismo pero él no lo narra bajo la autoridad de ‘Umar del Profeta (BP) como si lo narraron Ayyub e Ibn Yarayy, y el hadiz de estos dos es más completo que el de ‘Amr.
Abdullah ibn ‘Umar relató que el Mensajero de Allah (BP) dijo: “Ciertamente el muerto es castigado por el lamento del vivo”.
Hisham ibn ‘Urwah narró bajo la autoridad de su padre que le mencionaron a ‘A’ishah el dicho de Ibn ‘Umar: “El muerto es castigado por el llanto de su familia por él. Entonces ella dijo: ‘Que Allah tenga misericordia de Abu ‘Abdu Rahman (el kunia de Ibn ‘Umar), escuchó algo pero no lo retuvo (bien) (lo que pasó fue que) pasó frente al Mensajero de Allah (BP) el funeral de un judío y (su gente) lloraba por él entonces dijo: Vosotros lloráis y él está siendo castigado’”.
Hisham ibn ‘Urwah relató bajo la autoridad de su padre que le fue mencionado a ‘A’ishah que Ibn ‘Umar había narrado que el Profeta (BP) había dicho: “Ciertamente el muerto es castigado en su tumba por el llanto de su familia por él”. Entonces ella dijo: “Entendió mal, lo que el Mensajero de Allah (BP) dijo fue: ‘Ciertamente es castigado por sus errores y sus pecados, y ahora su familia llora’, esto es como cuando dijo que el Mensajero de Allah (BP) se detuvo ante el foso donde estaban los cuerpos de los politeístas muertos en la batalla de Badr y dijo: ‘Ciertamente ellos escuchan lo que les digo’, y realmente Ibn ‘Umar había entendido mal porque lo que el Profeta (BP) dijo fue: ‘Ciertamente ellos saben que lo que yo les decía era verdad’”. Luego ella recitó: “Tu no puedes hacer que los muertos oigan(27:80), y: Tu no puedes hacer que quienes están en las sepulturas oigan (35:22), y no les puedes informar cuando hayan tomado sus asientos en Fuego”.
Este hadiz ha sido transmitido por Ibn ‘Urwah con la misma cadena de transmisores. El hadiz narrado por Abu Usama es más completo.
Amra, la hija de ‘Abdu Rahman, narró que escuchó de ‘A’ishah y le fue mencionado a ella que Abdullah ibn ‘Umar dijo: “Ciertamente el muerto es castigado por el llanto del vivo”. Entonces ‘A’ishah dijo: “Que Allah perdone a Abu ‘Abdu Rahman (Ibn ‘Umar), él no mintió pero se olvidó o se equivocó, ya que el Mensajero de Allah (BP) pasó cerca de una judía que estaba siendo llorada, entonces dijo: ‘Ellos lloran por ella y ella está siendo castigada en su tumba’”.
‘Alí ibn Rabi’ah relató: “El primero del que se lamentaron en Kufa fue Karata ibn Ka’b, entonces Al-Mughira ibn Shu’bah dijo: ‘Escuché al Mensajero de Allah (BP) decir: Aquel del que se lamentan (al morir) será castigado por lo que se lamentaron por él en el Día del Juicio’”.
Un hadiz también como este ha sido narrado por Al Mugirah ibn Shu’bah del Mensajero de Allah (BP).
Este hadiz también ha sido narrado del Mensajero de Allah (BP) a través de otra cadena de transmisores.
Abu Malik Al-Ash’ari relató que el Profeta (BP) dijo: “Mi comunidad tiene cuatro características de la época pre-islámica que no abandona: el orgullo por la posición, el denigrar los antepasados (de los otros), la búsqueda de lluvia por las estrellas y las lamentaciones (por los muertos)”, y dijo: “Si la que se lamenta no se arrepienta antes de morir resucitará en el Día del Juicio usando ropa de alquitrán y una camisa de sarna”.
‘A’ishah relató: “Cuando le dijeron al Mensajero de Allah (BP) que habían matado a Ibn Hariza, a Ya’far ibn Abu Talib y a Abdullah ibn Rawaha, el Mensajero de Allah (BP) se sentó mostrando signos de tristeza y yo lo miraba por la rendija de la puerta, y vino un hombre y dijo: ‘¡Mensajero de Allah! ¡Las esposas de Ya’far!’, y luego mencionó sus (excesivas) lamentaciones. Entonces, (el Profeta) le ordenó que fuese (a ellas) y se lo prohibiese. El hombre fue y volvió diciendo que no le obedecieron. El Profeta (BP) repitió la orden de ir y prohibirles. Al tiempo, el hombre regresó diciendo: ¡Por Allah! ¡Nos han sobrepasado Mensajero de Allah! ‘A’ishah pensó que el Mensajero de Allah (BP) le había dicho (al hombre): ‘¡Ve y lánzales tierra en sus bocas!’ Entonces, ‘A’ishah recriminó al hombre con las siguientes palabras: ‘¡Que Allah te humille! No hiciste lo que el Mensajero de Allah te ordenó ni dejaste de molestarlo’”.
Este hadiz ha sido transmitido por Yahia ibn Sa’id con la misma cadena de transmisores como el transmitido por Abdul Aziz que cambia estas palabras: “No dejaste de incomodar al Mensajero de Allah (BP).”
Umm Atíia relató: “Además del juramento de obediencia el Mensajero de Allah (BP) nos tomó una promesa: que no nos lamentaríamos (exageradamente por los muertos). Pero sólo cinco de nosotras cumplimos con esta promesa: Umm Sulaim, Al-Ala, la hija de Abu Sabra esposa de Muádh o la hija de Abu Sabra y la esposa de Mu’adh”.
Umm Atíia relató: “Junto con el juramento de obediencia al Mensajero de Allah (BP) le prometimos no lamentarnos exageradamente por los muertos y sólo cinco de nosotras cumplimos, entre ellas Umm Sulaim”.
Umm Atíia relató: “Cuando fue revelada esta aleya: ‘Cuando vengan a ti las creyentes para jurarte fidelidad en los términos de no asociar nada a Allah... y no desobedecerte en nada de lo reconocido como bueno...’. (60:12) Ella dijo: ‘En esto estaban (incluidas) las lamentaciones’. Entonces dije: ‘¡Mensajero de Allah! Exceptúa a la tribu de fulano, ya que ellos me ayudaron en los tiempos preislámicos y sin duda yo los tendré que ayudar a ellos (en sus lamentaciones)’. Entonces el Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Excepto la tribu de fulanos’”.
IX. LA PROHIBICIÓN PARA LAS MUJERES DE SEGUIR LAS PROCESIONES FÚNEBRES
Umm Atíia relató: “Se nos prohibió seguir las procesiones fúnebres, pero no fue una prohibición absoluta”.
Umm Atíia relató: “Se nos pidió dejar las procesiones fúnebres, pero no fue una prohibición absoluta”.
X. EL LAVADO DEL CUERPO DEL MUERTO
Umm Atíia relató: “El Profeta (BP) vino a nosotras mientras lavábamos el cuerpo de nuestra hija y nos dijo: ‘Lavadla tres veces o cinco o más veces si os parece necesario, con agua y hojas del árbol del loto, y en el último (lavado) ponédle alcanfor o un poco de alcanfor, y cuando terminéis llamadme’. Cuando terminamos lo llamamos y él nos dio una ropa suya y nos dijo: ‘Ponedla junto a ella’”.
Umm Atíia relató: “Trenzamos su pelo con tres trenzas”.
Umm Atíia relató: Murió una de las hijas del Profeta (BP). En el hadiz transmitido por Ibn Ulaiia. Vino a nosotras el Mensajero de Allah (BP) y estábamos lavando a su hija. Y en el transmitido por Malik dice: Entró con nosotras el Mensajero de Allah (BP) cuando murió su hija. El resto del hadiz es como el narrado por Yazid ibn Zurai’ de Muhammad de Umm Atíia.
Un hadiz como este ha sido transmitido por Hafsah bajo la autoridad de Umm Atíia con la excepción de que dice: ‘Tres, cinco o siete o más veces si os parece necesario’. Y dice Hafsah bajo la autoridad de Umm Atíia: “Trenzamos su pelo con tres trenzas”.
Umm Atíia relató: “La lavamos un número impar de veces, tres, cinco o siete”. Y dijo: “Trenzamos su pelo con tres trenzas”.
Umm Atíia relató: “Cuando murió Zaynab, la hija del Mensajero de Allah (BP). Él nos dijo: ‘Lavadla un número impar de veces: tres o cinco, y la quinta vez, ponedle alcanfor o algo similar, y cuando la hayáis lavado informadme’. Lo informamos y entonces nos dio una ropa suya y nos dijo: ‘Ponedla junto a su cuerpo’”.
Umm Atíia relató: “El Mensajero de Allah (BP) vino a nosotras mientras lavábamos a una de sus hijas y dijo: “Lavadla un número impar de veces, cinco o más”. El resto del Hadiz es el mismo. Y (también) dice: “Trenzamos su pelo con tres trenzas, dos a los costados de su cabeza y una en su frente”.
Umm Atíia relató que cuando el Mensajero de Allah (BP) le ordenó que lavase a su hija le dijo: “Comienza por el lado derecho y con las partes que son lavadas en la ablución”.
Umm Atíia relató que el Mensajero de Allah (BP) les dijo en el lavado de su hija: “Comienza por el lado derecho y con las partes que son lavadas en la ablución”.
XI. EL AMORTAJAMIENTO DEL MUERTO
Jabbab ibn Al-Aratt relató: “Emigramos por Allah con el Mensajero de Allah (BP) tratando de complacer solo a Allah, por eso nuestra recompensa estaba con Allah. Y entre nosotros había quienes pasaban su vida (en tal estado de piedad y austeridad) sin consumir esa recompensa. Entre ellos estaba Mus’ab ibn Umair quien fue muerto en la Batalla de Uhud y no se encontró para amortajarlo sino una túnica de lana con la que si le cubríamos la cabeza sus pies quedaban descubiertos y si le cubríamos sus pies era su cabeza la que quedaba descubierta, entonces el Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Cubridle con ella la cabeza y cubridle sus pies con hierba’, y entre nosotros hay uno para quien la fruta esta madura y él la está disfrutando”.
Un hadiz como este ha sido transmitido por ‘Uyaynah bajo la autoridad de Al-A’mash con la misma cadena de transmisores.
‘A’ishah relató: “Amortajamos al Mensajero de Allah (BP) con tres telas blancas de algodón yemenita de Sahul sin camisa ni turbante, en cuanto al hula había dudas respecto a que había sido comprado para amortajarlo con él paro luego se abandonó y se lo amortajó con las tres telas blancas de algodón yemenita de Sahul. Entonces Abdullah ibn Abu Bakr lo obtuvo y dijo: ‘Lo guardaré para que se me amortajé con él, pero luego dijo: Si Allah, exaltado y majestuoso, hubiera deseado esto para Su profeta lo hubiera amortajado con él.’ Entonces lo vendió y dio lo obtenido como caridad.”
‘A’ishah relató: “El Mensajero de Allah (BP) fue cubierto con un hula yemenita que pertenecía a Abdullah ibn Abu Bakr, luego le fue cambiado y se le amortajó con tres telas de algodón yemenita de Sahul que no eran ni una camisa ni un turbante. Entonces Abdullah tomó el hula y dijo: ‘Seré amortajado con él, pero luego dijo: ¿El Mensajero de Allah (BP) no fue amortajado con él y yo lo seré?’ Entonces lo dio en caridad.”
Este hadiz ha sido narrado bajo la autoridad de Hisham con la misma cadena de transmisores, pero en el hadiz narrado por él no se menciona la historia de Abdullah ibn Abu Bakr.
Abu Salamah relató: “Le pregunte a ‘A’ishah, la esposa del Profeta (BP): ¿Con cuantas telas fue amortajado el Profeta (BP)? Ella contestó: ‘Con tres telas de Sahul.’”
XII. CUBRIR EL CUERPO DEL MUERTO CON UNA TELA
‘A’ishah, LA Madre de los Creyentes, relató: “Cuando murió el Mensajero de Allah (BP) fue cubierto con una tela yemenita.”
Este hadiz fue relatado por Al-Zuhri con la misma cadena de transmisores.”
XIII. CUBRIR COMPLETAMENTE AL MUERTO CON UNA MORTAJA APROPIADA
Yabir ibn Abdullah relató que un día el Profeta (BP) durante uno de sus sermones mencionó a un hombre de sus Compañeros que al morir había sido amortajado con una mortaja que no era suficientemente larga y que fue enterrado durante la noche, y recomendó que no se lo entierre durante la noche para que se pueda rezar por él, a menos que sea absolutamente necesario, y dijo el Profeta (BP): ‘Cuando amortajéis a uno de vuestros hermanos amortajadlo bien.’”
XIV. LA RAPIDEZ EN EL FUNERAL
Abu Hurayrah relató que el Profeta (BP) dijo: “Apresuraos con los funerales, ya que si era recto (el muerto) es bueno a lo que lo estáis enviando, y si no lo era os estáis librando de un mal.”
Este hadiz ha sido narrado a través de otra cadena de transmisores con la excepción de que en el narrado por Ma’mar dice: “No se si el hadiz es marfu (o sea si la cadena de transmisores llega hasta el Profeta).”
Abu Hurayrah relató: “Escuché al Mensajero de Allah (BP) decir: ‘Apresuraos con los funerales ya que si era de los rectos lo estáis acercando a lo bueno, y si no lo era es un mal del que os estáis librando.’”
XV. EL MÉRITO DE LA ORACIÓN DEL FUNERAL Y EL SEGUIR AL CORTEJO FUNEBRE
Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Quien esté presente en un funeral hasta que se rece la oración tiene la recompensa de un qirat y quien esté presente hasta que sea enterrado tiene la recompensa de dos qirats.’ Se preguntó: ¿Qué son dos qirats?. Contestó: ‘El equivalente a dos enormes montañas.’ Otros dos narradores agregaron que Ibn ‘Umar solía rezar y luego partir, pero cuando supo del hadiz de Abu Hurayrah dijo: Hemos perdido muchos qirats.”
Este hadiz ha sido narrado por Abu Hurayrah a través de otra cadena de transmisores hasta las palabras: ‘dos enormes montañas’, y no menciona el resto. Y en el hadiz narrado por Abdul’ Ala: ‘hasta que se completa (el funeral).’ Y en el de ‘Abdu Razaq: ‘hasta que es puesto en la tumba.’
Este hadiz ha sido narrado por Abu Hurayrah a través de otra cadena de transmisores y dice: ‘y quien lo siga hasta que sea enterrado.’
Abu Hurayrah relató que el Profeta (BP) dijo: ‘Quien reza por el muerto y luego no lo sigue (en su cortejo) tiene la recompensa de un qirat y quien lo siga tendrá la recompensa de dos qirats’, preguntaron: ¿Qué son dos qirats? Dijo: ‘El menor de los dos equivale a (la montaña de) Uhud.’
Nafi’ relató que le dijeron a Ibn ‘umar que Abu Hurayrah dijo: “Escuché al Mensajero de Allah (BP) decir: ‘Quien sigue al funeral tiene una recompensa de un qirat.’” Ibn ‘Umar dijo: Abu Hurayrah lo narraba a menudo, entonces mandó a preguntar a ‘A’ishah (sobre lo que decía Abu Hurayrah) y ella confirmó a Abu Hurayrah, entonces Ibn ‘Umar dijo: Hemos perdido muchos qirats.
Abu Hurayrah relató que el Profeta (BP) dijo: ‘El que reza por el muerto tiene la recompensa de un qirat, y el que sigue el funeral hasta que es depositado en su tumba dos qirats.’ Pregunté (Abu Hazim, uno de los narradores): ¡Abu Hurayrah! ¿Qué es un qirat! Contestó: “Como la montaña de Uhud.”
Daud ibn Amir ibn Sa’d ibn Abu Waqqas relató bajo la autoridad de su padre que éste estaba sentado con Ibn ‘Umar cuando Jabbab, el dueño de Mansura dijo: ¡Abdullah ibn ‘Umar! ¿Has escuchado lo que dice Abu Hurayrah? Que escucho al Mensajero de Allah (BP) decir: ‘Quien sale con el funeral desde la casa (del muerto), reza por él y luego lo sigue hasta que es enterrado tiene una recompensa de dos qirats, siendo cada uno equivalente a la montaña de Uhud y quien reza por él y luego se va tiene una recompensa como Uhud.’ Entonces Ibn ‘Umar envió a Jabbab a lo de ‘A’ishah para preguntarle sobre el dicho de Abu Hurayrah y que luego regresara y le informara lo que ella había dicho. Mientras tanto Ibn ‘Umar tomó un puñado de piedras que daba vuelta en su mano hasta que regresó su enviado y le dijo: ‘A’ishah dijo que Abu Hurayrah dijo la verdad, entonces Ibn ‘Umar arrojó en la tierra las piedras que tenía en su mano y dijo: Hemos perdido muchos qirats.
Zawban el esclavo liberado del Mensajero de Allah (BP) relató que el Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Quien reza por el muerto tiene la recompensa de un qirat y el que presencia su entierro tendrá dos qirats de recompensa, un qirat equivale a la montaña de Uhud.’
Este hadiz ha sido transmitido por Catada con la misma cadena de transmisores. Y en el transmitido por Sa’id y Hisham dice: Le preguntaron al Profeta (BP) sobre el qirat y dijo: ‘Es como (la montaña de) Uhud.’
XVI. SI CIEN REZAN POR EL MUERTO SU INTERCESIÓN SERA ACEPTADA
‘A’ishah relató que el Profeta (BP) dijo: ‘Si un grupo de cien musulmanes rezan por un muerto y todos interceden por él, su intercesión es aceptada.’
Abdullah ibn ‘Abbas relató que cuando su hijo murió en Qudaid o Usfán dijo: “¡Kurayb! Mira cuanta gente se ha reunido para su oración fúnebre.” Dijo (Kurayb): Entonces salí y vi que la gente se había reunido. Dijo: ¿Te parece que hay cuarenta? Dijo: Si. Dijo: Traedlo, ya que escuché al Mensajero de Allah (BP) decir: ‘Si un musulmán muere y para su oración fúnebre se reúnen cuarenta hombres que no asocian nada con Allah, Allah aceptará su intercesión por él.’
XVII. EL MUERTO QUE ES ELOGIADO CON BUENAS PALABRAS O EL QUE ES CENSURADO CON MALAS PALABRAS
Anas Ibn Malik relató: “Pasó un cortejo fúnebre que fue elogiado con buenas palabras y el Profeta de Allah (BP) dijo: ‘Se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto.’ Y pasó (otro) cortejo fúnebre que fue censurado con malas palabras y el Profeta de Allah (BP) dijo: ‘Se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto.’ ‘Umar dijo: ¡Que mi padre y mi madre sean rescate! Pasó un cortejo fúnebre que fue elogiado con buenas palabras y dijiste: se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto, y pasó un cortejo fúnebre que fue censurado con malas palabras y dijiste: se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto. Entonces el Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Para el que fue elogiado con buenas palabras el Paraíso se ha vuelto cierto y para el que fue censurado con malas palabras el Infierno se ha vuelto cierto, vosotros sois los testigos de Allah en la tierra, vosotros sois los testigos de Allah en la tierra, vosotros sois los testigos de Allah en la tierra.’”
Este mismo hadiz ha sido transmitido a través de otra cadena de transmisores.
XVIII. COMO SE DICE DE AQUEL QUE ENCUENTRA DESCANSO EN LA MUERTE Y DE AQUEL DE QUIEN DESCANSA LA GENTE
Catada ibn Rabi relató que cuando un funeral pasaba frente a él, el Mensajero de Allah (BP) decía: ‘El encontraba alivio (al-mustarih) o los otros encontrarán alivio (al-mustarah).’ Le dijeron: ¡Mensajero de Allah! ¿Qué quiere decir al-mustarih y al-mustarah? Entonces dijo: ‘El siervo creyente descansa de las dificultades de este mundo y del siervo perverso descansa la gente, las ciudades, los árboles y los animales.’
En el hadiz transmitido por Yahia ibn Sa’id bajo la autoridad de Catada, (las palabras son): ‘Descansa de los problemas de este mundo y de sus dificultades y entra en la misericordia de Allah.’
Abu Hurayrah relató que el Mensajero de Allah (BP) el día que murió el Negus (Titulo que se daba al rey de Etiopía) informó a la gente de su muerte y fue con ellos al lugar de oración y rezó cuatro takbir. (Este fue un milagro del Profeta [BP] que supo de su muerte en el mismo día, pese a la enorme distancia).
Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (BP) nos dio la noticia de la muerte del Negus, Gobernante de Etiopía, el mismo día en que murió y dijo: ‘Pedid perdón por vuestro hermano.’ Luego los dispuso en filas en el lugar de oración y rezó pronunciando cuatro takbir.”
Este hadiz fue narrado a través de otra cadena de transmisores.
Yabir ibn Abdullah relató que el Mensajero de Allah (BP) rezó por Ashama, el Negus, pronunciando cuatro takbir.
Yabir ibn Abdullah relató: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Hoy murió un recto siervo de Allah, Ashama’, y se paró y nos dirigió en la oración por él.”
Yabir ibn Abdullah relato: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Un hermano vuestro ha muerto, levantaos y rezad por él.’ Entonces nos levantamos y nos dispusimos en dos filas.”
‘Imran ibn Husayn relató: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Un hermano vuestro ha muerto, levantaos y rezad por él.’ O sea el negus. Y en el transmitido por Zubayr dice: ‘Vuestro hermano.’”
XIX. LA ORACIÓN ANTE LA TUMBA
Shaibani relató bajo la autoridad de Sha’bi que el Mensajero de Allah (BP) rezó ante una tumba después de haberse enterrado un muerto, pronunciando cuatro takbir por él. Shaibani dijo: “Le pregunte a Sha’bi: ¿Quién te lo relató?.” Contestó: Alguien de confianza, Abdullah ibn ‘Abbas. Es el texto de un hadiz hasan. Y en la narración de Ibn Numayr dice: El Mensajero de Allah (BP) fue a una tumba recién cavada y rezó ante ella y formaron filas detrás suyo y él pronunció cuatro takbirs. Le pregunté a Amir ¿Quién lo relató? Contesto: El digno de confianza que fue testigo, Ibn ‘Abbas
Este hadiz ha sido narrado a través de otra cadena de transmisores, es uno de ellos (las palabras son): El Profeta (BP) pronunció cuatro takbir por él.
Este hadiz ha sido narrado por Shaibani a través de otra cadena de transmisores.
Anas relató que el Profeta (BP) rezó ante una tumba.
Abu Hurayrah relató que había una mujer negra (o un joven) que solía barrer la mezquita. El Mensajero de Allah (BP) la extrañó y preguntó por ella (o por él), y ellos dijeron: Murió. Dijo: ‘¿Por qué no me habéis informado?’ Era como si ella (o ‘el) no fueran importantes. Entonces dijo: “Llevadme a su tumba.” Lo llevaron, rezó ante ella y luego dijo: ‘Ciertamente estas tumbas están llenas de oscuridad para sus ocupantes y ciertamente Allah, Poderoso y Majestuoso, las ilumina para ellos por mi oración ante ellas.’
‘Abdu Rahman ibn Abu Laila relató: « Zayd solía pronunciar cuatro takbir en nuestros funerales y en un funeral pronunció cinco takbir, le pregunté porqué y me dijo: El Mensajero de Allah (BP) pronunciaba así.” (El Imam Nawawi afirmó que este hadiz ha sido abrogado e Ibn Abdul Barr dice que hay consenso entre los musulmanes que éste es un hadiz abrogado. Los eruditos han estudiado todos los hadices relacionados con el número de takbir de la oración fúnebre y llegaron a una conclusión final basada final basada en el último acto del Profeta [PB] que nos da una indicación clara de que él pronunció cuatro takbir).
XX. LEVANTARSE CUANDO PASA UN FUNERAL
Ha sido narrado bajo la autoridad de Amir ibn Rabi’ah que: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Si veis una procesión fúnebre levantaos por ella hasta que pase o que lo depositen en el suelo.’”
Ha sido narrado bajo la autoridad de Amir ibn Rabi’ah que el Profeta (BP) dijo: ‘Si alguno de vosotros ve una procesión fúnebre, y no la va a acompañar, que se levante hasta que pase o hasta que sea puesto en el suelo antes de pasar.’
Ha sido narrado bajo la autoridad de Ibn Yuraij que el Profeta (BP) dijo: ‘Si alguno de vosotros ve una procesión fúnebre que se levante mientras se vea si es que no va a seguirla.’
Ha sido narrado por Abu Sa’id Al-Judri que el Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Cuando sigáis una procesión fúnebre no os sentéis hasta que depositen al difunto en el suelo.’
Ha sido narrado por Abu Sa’id Al-Judri que el Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Si veis una procesión fúnebre levantaos y el que la siga que no se siente hasta que sea depositado (el difunto) en el suelo.’
Yabir ibn Abdullah relató: “Pasó un funeral y el Mensajero de Allah (BP) se levantó por él y nosotros nos levantamos con él, y dijimos: ¡Mensajero de Allah! Es de una judía. Dijo: ‘Ciertamente la muerte es un asunto que aflige y asusta, entonces si veis una procesión fúnebre levantaos.’”
Ibn Yuraij me dijo que Abu Zubayr escuchó a Yabir decir: ‘El Profeta (BP) se mantuvo de pie mientras pasaba un funeral hasta que pasó.’
Yabir relató: ‘El Profeta (BP) y sus Compañeros se levantaron al pasar el funeral de un judío hasta que desapareció de la vista.
Ibn Abu lAila relató que cuando Qays ibn Sa’d y Sahl ibn Hunaif estaban en Qadisiia pasó frente a ellos un funeral y ambos se levantaron. Y se les dijo: ¿Es de gente de la tierra.’ (Se refiere a que era alguien de ese país o sea un incrédulo). Entonces ellos dijeron: Un funeral pasó frente al mensajero de Allah (BP) y él se levantó, y entonces le dijeron: Es de un judío, y él dijo: ‘¿Acaso no era un ser humano (o un alma)?’ Y en el hadiz transmitido por ‘Amr ibn Murra con la misma cadena de transmisores dice: Estábamos con el Mensajero de Allah (BP) cuando un funeral pasó frente a nosotros.
XXI. LA ABROGACIÓN DEL LEVANTARSE CUANDO PASA EL FUNERAL
Waqiq ibn ‘Amr relató: “Nafi’ ibn Yubayr me vio cuando estábamos de pie por un funeral mientras que él estaba sentado esperando que el féretro fuese puesto en el suelo, entonces me dijo: ¿Por qué estas de pie? Dije: Estoy esperando que el féretro sea puesto en el suelo basado en lo que me relató Abu Sa’id Al-Judri. Entonces Nafi’ me dijo: Ciertamente Mas’ud ibn Al-Hakam me relató de ‘Ali ibn Abu Talib que el Mensajero de Allah (BP) al principio solía levantarse pero en una época posterior se quedaba sentado.”
Mas’ud ibn Al-Hakam Al-Ansari informó a Nafi’ que había escuchado a ‘Ali ibn Abu Talib decir con respecto a los funerales que el Mensajero de Allah (BP) que al principio se levantaba pero en una época posterior se quedaba sentado. También ha sido narrado que Nafi’ ibn Yubayr vio a Uaquid ibn ‘Amr levantarse por un funeral hasta que fue depositado en el suelo. (Algunos comentadores de hadices opinan que el primer acto, el de levantarse cuando pasa un funeral, fue abrogado por el último acto del Profeta (BP), el de quedarse sentado, pero otros como el Imam Nawawi, el Hafid Ibn Hayar Al-Asqalani y otros opinan que el acto de levantarse no es obligatorio pero meritorio.
Este hadiz también ha sido transmitido por Yahia ibn Sa’id con la misma cadena de transmisores.
Ha sido narrado por Muhammad ibn Munkadir que dijo: “Escuché a Mas’ud ibn Al-Hakim relatar que ‘Ali dijo: Vimos al Mensajero de Allah (BP) levantarse, por un funeral, y nos levantamos, y sentarse y nos sentamos.”
Este hadiz también ha sido transmitido por Shu’ban con la misma cadena de transmisores.
XXII. EL RUEGO POR EL MUERTO DURANTE LA ORACIÓN FÚNEBRE
Yubayr ibn Nufayr relató: “Escuché a ‘Awf ibn Malik decir: El Mensajero de Allah (BP) rezó una oración fúnebre y recuerdo su ruego: ‘¡Allahumma! Perdónalo, ten misericordia con él, dale paz y absuélvelo, recíbelo con honor y expande su tumba, lávalo con agua, nieve y granizo, límpiale sus faltas como limpiarías una ropa blanca de sus impurezas, recompénsalo con una morada mejor que su morada, con una familia mejor que su familia y una esposa mejor que su esposa. Hazlo entrar en el Jardín y protégelo del castigo de la tumba (o castigo del Fuego).” (‘Awf ibn Malik) dijo: Llegué a desear ser yo ese muerto.”
Un hadiz como este ha sido transmitido a través de otra cadena de transmisores.
‘Awf ibn Malik Al-Ashayai’ relató: “Escuché al Profeta (BP) (en un rezo fúnebre) decir: ‘¡Allahumma! Perdónalo y ten misericordia de él, dale paz y absuélvelo, recíbelo con honor y expándele su tumba, lávalo con agua, nieve y granizo, límpiale sus faltas como limpiarías una ropa blanca de sus impurezas y recompénsalo con una morada mejor que su morada, una familia mejor que su familia y una esposa mejor que su esposa y sálvalo de la prueba de la tumba y del castigo del Fuego.’ ‘Awf dijo: Desee ser yo el muerto y así recibir los ruegos del Mensajero de Allah (BP).’
XXIII. DÓNDE SE DEBE UBICAR EL IMAM CUANDO REZA LA ORACIÓN FÚNEBRE
Samura ibn Yundab relató: “Recé detrás del Profeta (BP) cuando rezó por Umm Ka’b quien había muerto embarazada y el Mensajero de Allah (BP) se paró para la oración frente a la mitad de su cuerpo.” (Un hadiz de Abu Dawud aclara explícitamente este hadiz diciendo que el Profeta (BP) cuando dirigía la oración fúnebre de un hombre se ubicaba frente a su cabeza y en el caso de una mujer se ubicaba frente a la mitad de su cuerpo).
Este hadiz ha sido narrado por Hussain con la misma cadena de transmisores, pero sin mencionar a Umm Ka’b.
Samura ibn Yundab relató: “Yo era un niño en los tiempos del Mensajero de Allah (BP), y memorizaba de él y lo único que me impedía hablar ha sido el hecho de que había gente mayor que yo. Y ciertamente recé detrás del Mensajero de Allah (BP) por una mujer embarazada que había muerto, y para la oración el Mensajero de Allah (BP) se ubicó frente a la mitad de su cuerpo.” Y en el transmitido por Ibn Muzanna las palabras son: “…se ubicó frente a la mitad de su cuerpo para su oración.”
XXIV. ESTÁ PERMITIDO VOLVERSE CABALGANDO DE UN FUNERAL
Ha sido relatado por Yabir ibn Samura que: “Le preguntaron al Profeta (BP) un caballo sin montura que él montó cuando terminó el funeral de Ibn Dahah y nosotros íbamos a pie.” (El Imam Nawawi dijo: Es preferible ir a pie a un funeral pero la vuelta puede ser sobre una montura).
Yabir ibn Samura relató: “El Mensajero de Allah (BP) rezó por Ibn Dahah, luego le trajeron un caballo sin montura que un hombre retenía, lo montó y corcoveó y nosotros lo seguimos corriendo detrás. Un hombre entre la gente dijo: El Profeta (BP) dijo: ‘¿Cuántos entre los racimos que cuelgan en el Paraíso están destinados a Ibn Dahah?’”
XXV. CAVAR UN NICHO Y PONER LADRILLOS SOBRE ÉL
Amir ibn Sa’d ibn Abu Waqqas relató que Sa’d ibn Abu Waqqas durante la enfermedad de la que murió dijo: “Haced un nicho al costado de la tumba y poned ladrillos sobre mi como se hizo con el Mensajero de Allah (BP).”
Ibn ‘Abbas relató: “En la tumba del Mensajero de Allah (BP) se puso un trozo de tela roja.” (Este acto no es correcto, fue hecho por Shaqran, uno de los esclavos liberados del Profeta (BP), por su profundo amor por él. Daraqni dice que fue una excepción para el Profeta (BP) e Ibn Abdul Barr dice que esta pieza de tela fue puesta bajo el cuerpo del Mensajero de Allah (BP) pero que fue retirada antes de ser cubierto por la tierra).
XXVI. LA ORDEN DE NIVELAR LA TUMBA
Zumama ibn Shufai relató: “Estábamos con Fadala ibn ‘Ubayd en la tierra de los bizantinos, en un lugar llamado Rudis, cuando uno de nuestros compañeros murió. Entonces Fadalah ibn ‘Ubayd ordenó que se le cavara una tumba y que se la nivelara y luego dijo:”Escuché al Mensajero de Allah (BP) ordenar que se nivelara la tumba” (Es desaconsejable levantar el nivel de una tumba sobre el de la tierra más de aquello que permita distinguirla).
Abu’l-Haiay Al-Asadi relató: “’Ali ibn Abu Talib me dijo: ‘¿Quieres que te envíe con la misma misión con la que me envió el Mensajero de Allah (BP)? Que no dejes pintura sin borrar ni tumba importante sin nivelar.’” Este hadiz también ha sido relatado por Habib con la misma cadena de transmisores y dice: “…ni una pintura sin borrarla.”
XXVII. LA PROHIBICIÓN DE RECUBRIR LAS TUMBAS O CONSTRUIR SOBRE ELLAS
Yabir relató: “El Mensajero de Allah (BP) prohibió cubrir con material las tumbas, sentarse sobre ellas y construir algo sobre ellas.”
Un hadiz come este ha sido transmitido por Yabir ibn Abdullah.
Yabir relató: “Se me prohibió cubrir (enlucir, enyesar) las tumbas.”
XXVIII. LA PROHIBICIÓN DE SENTARSE SOBRE LA TUMBA Y DE REZAR HACIA ELLA
Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Es mejor que uno de vosotros se siente sobre una brasa ardiente, que queme sus ropas llegando a su piel, a que se siente sobre una tumba.’”
Un hadiz como este ha sido transmitido por Suhail con la misma cadena de transmisores.
Abu Marzad Al-Ganawi relató: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘No os sentéis sobre las tumbas ni recéis hacia ellas.’”
Abu Marzad Al-Ganaui relató: “Escuché al Mensajero de Allah (BP) decir: ‘No recéis hacia las tumbas ni os sentéis sobre ellas.’”
XXIX. LA ORACIÓN FÚNEBRE EN LA MEZQUITA
Abbad ibn Abdullah ibn Zubayr relató que ‘A’ishah ordenó que se trajese los restos de Sa’d ibn Abi Waqqas a la mezquita para rezar por él, la gente rechazó esta orden, entonces ella dijo: “¡Que pronto se olvida la gente! El Mensajero de Allah (BP) rezó por Suhayl ibn Al-Baida’ en la mezquita.”
Abbad ibn Abdullah ibn Zubayr relató bajo la autoridad de ‘A’shah que, cuando Sa’d ibn Abi Waqqas falleció, las esposas del Profeta (BP) enviaron un mensaje para que trajeran sus restos a la mezquita y rezar por él. Así lo hicieron y lo pusieron frente a sus habitaciones y ellas rezaron por él, (luego) fue sacado por la puerta conocida como: Bab Al-Yana’iz (puerta de los funerales) que estaba del lado de Maqa’id. Y les contaron a ellas que la gente no estaba de acuerdo con eso y decían: No es deseable llevar los restos mortales a la mezquita. Le contaron esto a ‘A’shah, entonces ella dijo: “¡Qué rápida es la gente para criticar lo que no sabe! Nos critican por haber llevado los restos mortales a la mezquita y sin embargo el Mensajero de Allah (BP) rezó la oración fúnebre por Suhayl ibn Bayda’ dentro de la mezquita.”
Abu Salamah ibn ‘Abdu Rahman relató bajo la autoridad de ‘A’shah que cuando falleció Sa’d ibn Abi Waqqas ella dijo: “Traedlo a la mezquita para que rece por él”, pero esto fue desaprobado. Entonces ella dijo: “¡Por Allah! Ciertamente el Mensajero de Allah (BP) rezó por los hijos de Bayda’, Suhayl y su hermano; en la mezquita.”
XXX. LO QUE SE DICE AL VISITAR UN CEMENTERIO Y EL RUEGO POR SUS OCUPANTES
‘A’ishah relató: “El Mensajero de Allah (BP) (siempre que le tocaba pasar la noche con ella) salía hacia el final de la noche hacia el Baqi (cementerio de Medina) y decía: ‘La paz sea con vosotros morada de gente creyente. Y lo que os fue prometido os llegará mañana, lo recibiréis con algún retraso y nosotros, si Allah quiere, nos reuniremos con vosotros. ¡Allahumma! Perdona a la gente del Baqi’ Al-Garqad.’” Y Qutaybah no menciona las palabras: ‘os llegará.’
Muhammad ibn Qays dijo un día: “¿Queréis que os cuente (un hadiz)- bajo mi autoridad y la de mi madre?” Nosotros pensamos que se refería a la madre que lo engrendró. Pero dijo: ‘A’ishah dijo: ‘¿queréis que os cuente sobre mi y el Mensajero de Allah (BP)?” Dijimos: “Si”. Ella dijo: “Cuando llegó la noche en la que el Profeta (BP) solía estar conmigo él se dio vuelta y se quitó su manto, se sacó sus zapatos y los puso cerca de sus pies, extendió un extremo de su vestido sobre su cama acostándose sobre ella hasta que pensó que yo estaba dormida, entonces tomó despacio su manto y se puso sus zapatos lentamente, abrió la puerta, salió y la cerró suavemente. Yo me cubrí la cabeza, me puse mi chal, me envolví con mis ropas y seguí sus pasos hasta que llegó al Baqi’ donde se detuvo de pie durante largo tiempo, luego levantó sus manos tres veces, luego volvió y yo también volví, apresuró sus pasos y yo apresuré los míos corrió y yo también corrí, entro (a la casa) y yo también lo hice, pero antes que él y cuando me acostaba en la cama entró y dijo: ‘¿Qué pasa contigo? ¡’A’ishah! ¡Estás agitada!’ Dije: ¡Mensajero de Allah! ¡Que mi padre y mi madre te sirvan de rescate! Y le conté toda la historia. Dijo: ‘¿Entonces tu eras esa sombra que vi frente a mi?’ Dije: Si. Entonces me golpeó en el pecho causándome dolor y luego dijo: ¿Piensas que Allah y Su Mensajero serían injustos contigo?’ Dije: Lo que sea que la gente oculte Allah lo sabe. Dijo: ‘Gabriel vino cuando tu me vistes y me llamó ocultándolo (el llamado) de ti y yo le contesté ocultando (mi respuesta) de ti ya que él no vino a ti porque no estabas vestida correctamente y yo creía que estabas dormida y no quería despertarte temiendo asustarte y dijo: Tu Señor te ordena que vayas a la gente del Baqi’ y pidas perdón por ellos’. Dije: ¿Cómo me dirijo a ellos? ¡Mensajero de Allah! Dijo: ‘Di: La Paz sea con vosotros gente de las tumbas (el cementerio) de entre los creyentes y los musulmanes y que Allah tenga misericordia con aquellos de nosotros que se nos han adelantado y con aquellos que vendrán después y nosotros, si Allah quiere, nos uniremos a vosotros.”
Sulayman ibn Buraydah relató bajo la autoridad de su padre que: “El Mensajero de Allah (BP) solía enseñarles cuando iban al cementerio”. Uno de los narradores decía (en el transmitido por Abu Bakr ibn Abu Shaybah): “La Paz sea con vosotros gente de las tumbas”. (Y en el transmitido por Zuhayr): “La Paz sea con vosotros gente de las tumbas de entre los creyentes y los musulmanes, y nosotros, si Allah quiere, nos uniremos a vosotros y le pido a Allah bienestar para nosotros y vosotros.”
XXXI. EL PROFETA (BP) PIDE PERMISO A SU SEÑOR, EXALTADO Y MAJESTUOSO, PARA VISITAR LA TUMBA DE SU MADRE
Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Le pedí permiso a mi Señor para pedir perdón por mi madre pero no me fue concedido y le pedí permiso para visitar su tumba y me fue concedido.’” (Como la madre del Profeta (BP) no era musulmana en el sentido técnico del término, ya que vivió en lo que se llama el período intermedio, o sea cuando las enseñanzas de los profetas anteriores se habían perdido y aún no había llegado un nuevo profeta, no se le autorizó el pedir perdón por ella. De todos modos sólo Allah conoce su posición en la religión. El Profeta (BP), con su natural tendencia al amor y el perdón, quería pedir indulgencia para su madre, pero la decisión de su Señor fue otra, no obstante le concedió permiso para visitar su tumba. Allah es la autoridad final que decide lo que debemos hacer o no).
Abu Hurayrah relató: “El Profeta (BP) visitó la tumba de su madre y lloró y lloraron los que estaban con él y dijo: ‘Le pedí permiso a mi Señor para pedir perdón por ella pero no me fue concedido y le pedí permiso para visitar su tumba y me fue concedido. Visitad las tumbas ya que os recuerdan la muerte.’”
Ibn Buraydah relató bajo la autoridad de su padre que: “El Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Os había prohibido visitar las tumbas pero ahora podéis visitarlas, os había prohibido comer la carne de los animales sacrificados después de tres días pero ahora podéis guardarla el tiempo que deseéis y os había prohibido el nabidh excepto en odres, podéis beberlos en todo tipo de recipientes pero no bebáis embriagantes.’”
Este mismo hadiz ha sido transmitido a través de otra cadena de transmisores.
XXXII. NO HACER LA ORACIÓN FÚNEBRE POR EL QUE SE HA SUICIDADO
Yabir ibn Samura relató: ‘Trajeron frente al Profeta (BP) el cuerpo de un hombre que se había suicidado con la cabeza de una flecha y no quiso rezar por él.”