SAHIH BUKHARI
6.- EL LIBRO DE LA MENSTRUACIÓN.
Y la Palabra de Alláh: Te preguntaron (Oh Muhammad) acerca de la menstruación. Di: que es un Adha (una cosa dañina para un esposo tener relaciones sexuales con su esposa mientras ella tiene su menstruación), además, quédate lejos de una mujer durante la menstruación y no vayas con ella hasta que ella haya sido purificada (de la menstruación y haz que tome un baño). Y cuando se hayan purificado, entonces ve con ellas como Alláh ha ordenado (ve con ellas en cualquier manera mientras sea en su vagina). Ciertamente, Alláh ama los que voltean hacia él en arrepentimiento y ama los que se purifiquen” (2:222).
(1) CAPÍTULO. Como empezó la menstruación.
Y la Palabra del Profeta: “Es una cosa que Alláh ha ordenado para las hijas de Adán”. Algunas personas dijeron que las menstruaciones primero llegaron de Bani Israel. Pero lo que dijo el Profeta, es más comprensivo (la verdad).
CAPÍTULO. La menstruación (es una cosa) ordenada (por Alláh e instrucciones) para las mujeres cuando tienen sus períodos.
294. Narró Al-Qasim: Aishah dijo: “Salimos con la única intención de realizar el Hajj y cuando buscamos a Sarif, (un lugar a 11 km. de Makkah) tuve mi mentruacion. El Mensajero de Alláh vino conmigo mientras estaba llorando. Dijo: “¿Qué pasa contigo?” ¿Tienes tu menstruación?”. Contesté: “Si”. Dijo: “Es una cosa que Alláh ha ordenado para las hijas de Adán. Entonces haz todo lo que hacen los peregrinos a excepción del Tawaf (circunvolución) alrededor de la Kabah". Aishah agregó: “El Mensajero de Alláh sacrificó vacas para el bienestar de sus esposas”.
(2) CAPÍTULO. El lavado de la cabeza del esposo y el peinado de su cabello por una mujer menstruando.
295. Narró Aishah: “Durante la menstruación solía peinar el cabello del Mensajero de Alláh”.
296. Narró Urwa: Una persona me preguntó: “¿Puede una mujer en menstruación servirme? Y ¿Puede una mujer Junub acercarse a mi?”. Contesté: “Todo esto es fácil para mí. Todas me pueden servir, y no hay daño para ningún otra persona en hacer lo mismo. Aishah me dijo que solía peinar el cabello del Mensajero de Alláh mientras estaba menstruando, y él estaba en I’tikah (en la mezquita). Él traía su cabeza cerca de su recámara y ella peinaba su cabello, mientras ella solía estar menstruando”.
(3) CAPÍTULO. Recitar el Corán mientras uno está acostado en el regazo de su propia esposa menstruando.
Abu Wail solía mandar a su criada menstruando traer el Corán desde Abi Razin trayendolo de su colgadero (de su funda).
297. Narró Aishah: “El Profeta solía recostarse en mi regazo durante mi menstruación y luego recitaba el Corán”.
(4) CAPÍTULO. Utilizar la palabra Nifas para la menstruación.
298. Narró Umm Salama: Mientras estaba recostado con el Profeta bajó una sábana de lana, tuve mi menstruación. Me fui y me puse la ropa para la menstruación. Dijo: “¿Tienes la Nifas (menstruación)?”. Contesté: “Sí”. Entonces me llamó y me hizo recostar con él bajo la misma sábana.
(5) CAPÍTULO. Acariciar una esposa menstruando.
299. Narró Aishah: “El Profeta y yo solíamos tomar un baño del mismo recipiente mientras eramos Junub”.
300. (Aishah agregó): “Y él solía ordenarme poner un Izar (vestido llevado debajo de cintura) y solía acariciarme. Mientras solía estar en mis períodos (menstruación)”.
301. (Aishah agregó): “Mientras en I’tikaf, él solía poner la cabeza cerca de mi y la lavaría mientras solía estar en mis períodos (menstruación)”.
302. Narró Abdur Rahman bin Al-Aswad bajo la autoridad de su padre: Aishah dijo: “Cuando el Mensajero de Alláh quería acariciar a alguien de nosotros durante sus períodos (menstruación), solía ordenarle poner un Izar y empezar a acariciarla”. Aishah agregó: “Nadie de ustedes podría controlar su deseo sexual como lo podía el Profeta”.
303. Narró Maimuna: Cuando el Mensajero de Alláh quería acariciar cualquiera de sus esposas durante sus períodos (menstruación), solía pedirle llevar puesto un Izar.
(6) CAPÍTULO. Una mujer menstruando debería irse guardando Saum (ayuno).
304. Narró Abu Said Al-Khudri: “Una vez el Mensajero de Alláh salió hacia la Musalla (para ofrecer el Salat (oración) de Eid-al-Adha o Eid-al-Fitr, y pasó cerca de una mujer y dijo: “¡Oh ustedes la asamblea de mujeres! Den limosnas, como he visto que la mayoria de los moradores del Fuego del Infierno en donde eran (mujeres). Preguntaron: “¿Por qué es así, Oh Mensajero de Alláh?”. Contestó: “Maldicen frecuentemente y son malagradecidas con sus esposos. No he visto a nadie más deficiente en inteligencia y religión que ustedes. Un hombre sensible precavido podría desviarse por el mal camino por una de ustedes“. Las mujeres preguntaron: “¡Oh Mensajero de Alláh! ¿Qué es deficiente en nuestra inteligencia y religión?”. Dijo: “¿No es el testimonio (evidencia) de dos mujeres igual al testimonio de un hombre?”. Contestaron de forma afirmativa. Dijo: “Eso es la deficiencia de su inteligencia. ¿No es cierto que una mujer no puede ofrecer los Salat (oraciones) ni guardar Saum (ayuno) durante su menstruación?”. Las mujeres contestaron de forma afirmativa. Dijo: “Eso es la deficiencia en su religión”.
(7) CAPÍTULO. Una mujer menstruando debería realizar todas las ceremonias de Hajj excepto el Tawaf cerca de Kabah.
Ibrahim dijo: “No hay daño en recitar el verso del Corán por una mujer menstruando. Ibn Abbas considera que no hay daño en recitar el Corán por un Junub. El Profeta solía recordar (gorificar) a Alláh todo el tiempo. Umm Atiyya dijo que fueron ordenados dejar salir a las mujeres menstruando (en las festividades) para decir el Takbirat (Allahu-Akbar), y de invocar a Alláh. Ibn Abbas narró bajo la autoridad de Abu Sufyan: Heracluis preguntó por la carta del Profeta y la leyó. Empezaba: En el nombre de Alláh, el Más lleno de Gracia, el Más Misericodioso. Oh pueblo de la Escritura (Judíos y Cristianos): Llegen a un mundo que está justo entre nosotros y ustedes y nosotros solamente le tenemos devoción a Alláh.... (3:64). Y Ata citó a Jabir, Aishah tuvo su menstruación y realizó las ceremonias de Hajj excepto el Tawaf alrededor de Kabah y no ofreció las Salat (oraciones)”. Al-Hakam dijo: “Sacrifiqué al animal aún estando Junub”. Y Alláh dijo: “No coman (Oh creyentes) de esa (carne) sobre la cual el Nombre de Alláh no haya sido pronunciado (al tiempo de sacrificar el animal)” (6:121).
305. Narró Aishah: “Salimos con el Profeta para el Hajj y cuando llegamos a Sarif tuve mi menstruación. Cuando el Profeta vino conmigo, estaba llorando. Preguntó: “¿Por qué estás llorando?”. Dije: “Ojalá que no hubiera realizado el Hajj este año.” Preguntó: “¿Puede ser por que tuviste tu menstruación?”. Contesté: “Sí”. Entonces dijo: “Es la cosa que Alláh ha ordenado para todas las hijas de Adán. Entonces haz todo lo que hacen los peregrinos hacen excepto que no realizas el Tawaf alrededor de Kabah hasta que estés limpia”.
(8) CAPÍTULO. Al-Istihada (sangrado (de una herida) entre los períodos de menstruación de la mujer).
306. Narró Aishah: Fatima bint Abi Hubaish dijo al Mensajero de Alláh: “No me vuelvo limpia (del sangrado). ¿Debería abandonar mis Salat (oraciones)?”. El Mensajero de Alláh contestó: “No porque es de un vaso sanguíneo y no de la menstruación. Entonces cuando la menstruación real inicie deja tu Salat y cuando haya terminado (el período) lava la sangre de tu cuerpo (toma un baño) y ofrece tus oraciones”.
(9) CAPÍTULO. Lavado de la sangre menstrual.
307. Narró Asma bint Bakr: Una mujer le preguntó al Mensjero de Alláh: “¡Oh Mensajero de Alláh! ¿Qué deberíamos hacer si la sangre de la menstruación cae sobre nuestra ropa?”. El Mensajero de Alláh respondió: “Si la sangre de la menstruación cae sobre el atuendo de cualquiera de ustedes, ella debería agarrar la mancha de sangre, frotarla, y lavarla conagua y luego ofrecer los Salat (oraciones) en (con) la ropa”.
308. Narró Aishah: “Cuando cualquiera de nosotras tenemos nuestra menstruación, al volverse limpia, solía agarrar la mancha de sangre y frotar la mancha para quitar la sangre de su atuendo, y echarle agua y lavar esta parte completamente y salpicar de agua el resto del atuendo. Después de eso ella ofrece los Salat (oraciones) sobre (con) él.
(10) CAPÍTULO. El I’tikaf de una mujer que está sangrando entre sus períodos.
309. Narró Aishah: Una vez una de las esposas del Profeta hizo I’takaf junto con él y ella está sangrando entre sus períodos. Ella solía ver la sangre (de sus partes privadas) y tal vez hubiera puesta un plato de dabajo de ella para la sangre. (El subnarrador Ikrima agregó, Aishah una vez vió el líquido de alazor y dijo: “Se parece a lo que de vez en cuando solía yo tener)”.
310. Narró Aishah: “Una de las esposas del Mensajero de Alláh se encontró con él en I’takaf y ella notó sangre y una descarga amarillente (de sus partes privadas) y puso un plato de debajo de ella cuando ofreció las Salat (oraciones)”.
311. Narró Aishah: “Una de las Madres de los creyentes fieles (las esposas del Profeta) hizo I’takaf mientras tenía sangrado entre sus períodos menstruales”.
(11) CAPÍTULO. Puede una mujer ofrecer sus Salat (oraciones) con los vestidos en los cuales tiene sus menstruaciones.
312. Narró Aishah: “Nadie de nosotros tenía más de un atuendo y solíamos tener nuestras menstruaciones mientras lo llevabamos puesto. Cuando se ensuciaba con sangre de menstruación solíamos aplicar saliva sobre la mancha de sangre y frotar la sangre con nuestras uñas”.
(12) CAPÍTULO. Poner perfume por mujeres al tiempo de tomar un baño después de terminar con la menstruación.
313. Narró Umm Atiyya: “Estaba prohibido para nosotras estar de luto por una persona muerta por más de tres días excepto en el caso de un esposo, por el cual el luto estaba permitido por cuatro meses y diez días. (Durante este tiempo) no nos era permitido poner el Kohl (polvo de antimonio) en nuestros ojos o usar perfumes o ponernos ropa de color excepto un vestido echo de Asb (un tipo de ropa de Yemen, muy arrugado y duro). Nos era permitido usar el Kust Azfar (perfumes muy ligeros) al tiempo de tomar un baño después de la menstruación y también nos era prohibido ir con la procesión fúnebre”.
(13) CAPÍTULO. Una mujer debería frotar su propio cuerpo completamente durante la toma de un baño después de su mentruación.
Como tomar un baño después de la menstruación y frotar el lugar ensuciado de sangre con un trozo de tela perfumado.
314. Narró Aishah: “Una mujer preguntó al Profeta acerca del baño el cual se toma al terminar la menstruación. El Profeta le dijo que hacer y dijo: “Purifícate con un trozo de tela aromatizado con almizcle”. La mujer preguntó: “¿Cómo debería purificarme con él?” Dijo: “Subhan Allah! Purifícate (con él)” Yo la jalé (conmigo) y dije: “Frota el lugar ensuciado de sangre con él”.
(14) CAPÍTULO. Tomar un baño después de terminar con la menstruación.
315. Narró Aisha: “Una mujer Ansari preguntó al Profeta como tomar un baño después de la menstruación. Contestó: “Toma un trozo de tela perfumado con almizcle y limpia las partes privadas con él, tres veces”. El Profeta se sintió tímido y volteó la cara. Entonces la jalé hacia mí y le dije lo que quería decir el Profeta”.
(15) CAPÍTULO. El peinado del pelo de la cabeza por una mujer después de terminar con la menstruación.
316. Narró Aishah: “En el último Hajj del Mensajero de Alláh asumí el Ihram para el Hajj junto con el Mensajero de Alláh. Era yo uno de los que intentaron el Tamattu (para realizar Hajj y Umra juntos, con una pausa entre ellos) y no tome el Hady (animal para sacrificio) conmigo. Tuve mi menstruación y no me limpié hasta la noche de Arafa. Dije: “¡Oh Mensajero de Alláh! Es la noche del Día de Arafa e intenté realizar el Hajj Tamattu con Umra”. El Mensajero de Alláh me dijo que deshiciera mi peinado y peinarlo y pospusiera el Umra. Hice lo mismo y completé el Hajj. En la noche de Al-Hasba (i.e. un lugar fuera de Makkah en donde los peregrinos van después de terminar todas las ceremonias de Hajj en Mina) él (el Profeta) ordenó a Abdur Rahman (el hermano de Aishah) llevarme a At-Tanim para asumir el Ihram para ‘Umra en lugar del de Hajj-at-Tamattu el cual había intentado realizar”.
(16) CAPÍTULO. Una mujer debería deshacerse de su peinado mientras toma el baño después de terminar con la menstruación.
317. Narró Aishah: “En el primer Dhul-Hijja salimos con la intención de realizar el Hajj. El Mensajero de Alláh dijo: “Cualquiera que quiera asumir el Ihram para Umra, puede hacerlo. De no haber traido el Hady conmigo, hubiera asumido el Ihram para Umra”. Algunos de nosotros asumimos el el Ihram para Umra mientras los otros asumieron el Ihram para Hajj. Tuve mi menstruación y seguí menstruando hasta el Día de Arafa y me quejé de eso con el Profeta. Me dijo que pospusiera mi Umra, deshiciera mi peinado y peinara mi cabello de la cabeza, y asumiera el Ihram de Hajj y lo hice de ese modo. En la noche de Hasba, mandó a mi hermano Abdur-Rahman bin Abi Bakr conmigo a At-Tanim, en donde asumi el Ihram para Umra en lugar del anterior. Hisham dijo: “Para eso (Umra) no Hady, no se requirieron ayunos o limosnas”.
(17) CAPÍTULO. “(De un pequeño bulto de carne) bien formado o de uno no formado” (22:5).
318. Narró Anas bin Malik: El Profeta dijo: “En cada útero Alláh apunta a un ángel quién dice: “¡Oh Señor! Una gota de semen, ¡Oh Señor! Un coágulo. ¡Oh Señor! Un poco de carne”.
Entonces si Alláh desea (completar) su creación, el ángel pregunta: (¡Oh Señor!): (A) ¿Será varón o hembra? (B) ¿un desgraciado o un bendecido? (C) y ¿de cuanto será su posesión? (D) Y ¿de cuanto será su edad? Entonces todo esto [A,B,C,D] es escrito mientras el niño sigue todavía en el útero de su madre”.
(18) CAPÍTULO. Como una mujer menstruando debería asumir el Ihram para Hajj o para Umra.
319. Narró Urwa: Aishah dijo: “Salimos con el Profeta en su último Hajj. Algunos de nosotros intentamos realizar el Umra mientras que otros el Hajj. Cuando llegamos a Makkah, el Mensajero de Alláh dijo: “Cualquiera que haya asumido el Ihram para Umra y no haya traido el Hady debería terminar su Ihram, y quién haya asumido el Ihram para Umra y haya traido el Hady no debería terminar el Ihram hasta que haya sacrificado su Hady, y quienquiera haya asumido el Ihram para el Hajj debería completar su Hajj.” Aishah más adelante dijo: “Tengo mi menstruación y segui menstruando hasta el Día de Arafa, y he asumido el Ihram para Umra solamente (Tamattu). El Profeta me ordenó deshacerme de mi peinado y peinarme el cabello de la cabeza y asumir el Ihram para Hajj solamente y dejar el Umra. Hice lo mismo hasta completar el Hajj. Entonces el Profeta mandó a Abdur Rahman bin Bakr conmigo y me ordenó realizar el ‘Umra desde At-Tanim en lugar del Umra faltado”.
(19) CAPÍTULO. El inicio y el final de los períodos menstruales.
Algunas mujeres solían mandar apósitos de algodón con huellas de descarga amarillenta a Aishah (para su veredicto para saber si se volvieron limpias de sus menstruaciones o no). Y Aishah diría: “No se apresuren hasta ver que el apósito este blanco (queriendo decir la perfecta desaparición de la menstruación)”. A la hija de Zaid bin Thabit se le dijo que algunas mujeres solían pedir velas a la medianoche para ver si había parado o no la menstruación. Sobre eso la hija de Zais dijo que las mujeres (las esposas de los Compañeros del Profeta) nunca habían hecho así, y les echó la culpa (a las anteriores mujeres).
320. Narró Aishah: Fatima bint Abi Hubaish solía tener el sangrado entre sus períodos menstruales, entonces preguntó al Profeta acerca de eso. Él contestó: “El sangrado es de un vaso sanguíneo y no de menstruación. Entonces abandona los Salat (oraciones) cuando la menstruación (real) inicie y cuando termina, toma un baño y empieza a ofrecer los oraciones”.
(20) CAPÍTULO. No hay Salat (oración) a ofrecer por una mujer menstruando en lugar de un Salat fallido durante su menstruación.
Y el Profeta dijo: “La mujer (en su menstruación) debe dejer sus Salat (oraciones)”.
321. Narró Muadha: Una mujer preguntó a Aishah: “¿Debo ofrecer los Salat (oraciones) los cuales no he ofrecido por la menstruación?” Aishah dijo: “Eres de Huraura (Una ciudad de Iraq). Estabamos con el Profeta y solíamos tener nuestra menstruación pero nunca nos ordenó ofrecerlos (los Salat fallados durante la menstruación)”; o Aishah dijo: “No los ofrecimos”.
(21) CAPÍTULO. Dormir con una mujer menstruando (la esposa de uno) mientras ella lleva puesto sus vestidos (los que se llevan durante la menstruación).
322. Narró Zainab bint Abi Salama: Umm Salama dijo: “Tuve mi menstruación mientras estaba acostada con el Profeta debajo de una sábana de lana. Entonces me levanté, tomé mis vestidos para la menstruación y me los puse. El Mensajero de Alláh dijo: “¿Tienes tu menstruación?”. Contesté: “Sí”. Entonces me llamó y me tomó con él debajo de la sábana de lana”. Umm Salama más adelante dijo: “El Profeta solía besarme mientras guardaba el Saum (ayuno). El Profeta y yo solíamos tomar el baño de Janaba de un sólo recipiente”.
(22) CAPÍTULO. Quienquiera que tome un vestido especial para la menstruación junto con otro vestido para el período limpio.
323. Narró Umm Salam: “Mientras estaba acostada con el Profeta bajo una sábana de lana, tuve mi menstruación. Me levanté y me puse la ropa para la menstruación. El Profeta dijo: “¿Tienes tu menstruación?”. Contesté: “Sí”. Me llamó y dormí con él debajo de la sábana de lana.
21. CAPÍTULO. La participación de mujeres menstruando en los dos festivales Eid y en reuniones religiosas de los musulmanes y su aislamiento de la Musalla (lugar de oraciones).
324. Narró Ayyub: Hafsa dijo: “Solíamos prohibir a nuestras mujeres jóvenes salir en las dos oraciones Eid. Llegó una mujer y se quedó en el lugar de Bani Khalaf y narró acerca de su hermana cuyo esposo tomó parte en doce Ghazwat (guerras santas) junto con el Profeta, y su hemana estaba con su esposo en seis (aparte de esas doce)”. Ella (la hermana de la mujer) dijo: “Solíamos tratar a los heridos, cuidar los pacientes y una vez le pregunté al Profeta: “¿Hay algún daño para alguien de nosotros en quedar en casa si ella no tiene un velo?”. Él dijo: Ella debería cubrirse con el velo de su compañero y debería participar en las buenas acciones y en las reuniones religiosas de los Musulmanes”. Cuando Umm Atyya llegó le pregunté si ella había lo escuchado del Profeta. Ella contestó: “Sí. ¡Que mi padre sea sacrificado por él (el Profeta)! (Cuando ella mencionó al Profeta ella solía decir: “¡Que mi padre sea sacrificado por él”). He escuchado al Profeta decir: “Las virgenes no casadas y las niñas maduras y las mujeres menstruando deben salir y participar en las buenas acciones al igual que las invocaciones de los creyentes fieles, pero las mujeres menstruando debe quedarse lejos de la Musalla (lugar de Salat (oraciones)”. Hafsa le preguntó a Umm Atiyya (sorprendido): “¿Dices las mujeres menstruando?”. Ella contestó: “¿Una mujer menstruando no atiende a la Arafa (Hajj) y una que otra cosa (otras buenas acciones)?”.
(24) CAPÍTULO. Si una mujer menstrua tres veces en el mes.
Podemos creerle a una mujer si dice que está menstruando o si está embarazada, y lo que sea que este relacionado con la menstruación como se refiere a ser la Palabra de Alláh: “Y no es legal para ellas ocultar lo que Alláh ha creado en sus úteros...” (2:228). Ali y Shuraih dijeron: “Si una mujer presenta testigo de sus parientes quiénes son buenos musulmanes que ella tiene su menstruación tres veces en un mes entonces se le puede creer”. Ata dijo: “Sus ciclos menstruales anteriores deben tomarse en consideración”. Lo mismo fue dicho por Ibrahim. Ata dijo: “La menstruación puede durar de uno a quince días”. Se le preguntó a Ibn Sirin acerca de una mujer quién nota sangre cinco días después de su ciclo menstrual. Él contestó: “Las mujeres saben mejor de eso”.
325. Narró Aishah: Fatima bint Hubaish le preguntó al Profeta: “Tengo un sangrado persistente (entre mis períodos) y no me vuelvo limpia. ¿Debería abandonar las Salat (oraciones)?”. Él contestó: “No, viene de un vaso sanguíneo. Deja el Salat sólo los días en los cuales usualmente tienes tu menstruación y luego toma un baño y ofrece tus oraciones”.
(25) CAPÍTULO. Descarga amarillenta no durante la menstruación.
326. Narró Umm Atiyya: “Nunca consideramos la descarga amarillenta como una cosa de importancia (durante un período sin menstruación)”. Ver Fath Al-Bari Vol. I, pag 442].
(26) CAPÍTULO. Al-Istihadah (el sangrado entre los períodos es de un vaso sanguíneo).
327. Narró Aishah, la esposa del Profeta: “Umm Habiba tuvo sangrados entre sus períodos durante siete años. Ella preguntó al Mensajero de Alláh acerca de eso. Le ordenó tomar un baño (después de terminar con el período actual) y agregó que era de un vaso sanguíneo. Pero ella solía tomar un baño para cada Salat (oración). (Sin la orden del Profeta, Ver Fath Al-Bari).
(27) CAPÍTULO. Si una mujer tiene su menstruación después del Tawaf-al-Ifada.
328. Narró Aishah, la esposa del Profeta: Le dije al Mensajero de Alláh que Safiyya bint Huyai ha tenido su menstruación. Dijo: “Ella probablemente nos atrasará. ¿Ha realizado el Tawaf (al-Ifada) con ustedes?”. Contestamos: “Sí”. Después de eso el Profeta le dijo que emprendiera la salida.
329. Narró Ibn Abbas: “A una mujer se le permite salir (regresar a su casa) si ella menstrúa (después del Tawaf-al-Ifada)”.
330. Ibn Umar anteriormente solía decir que ella no podía irse pero más tarde le escuché diciendo: “Ellas puede irse, ya que el Mensajero de Alláh les dio permiso para irse (después del Tawaf-al-Ifada)”.
(28) CAPÍTULO. Cuando una mujer tiene sangrados entre los períodos de menstruación nota signos de limpieza de su menstruación.
Ibn Abbas dijo: “Ella debe tomar un baño y ofrecer los Salat (oraciones) aún si (ella estuviera limpia) por una hora y ella puede tener (relaciones sexuales con su esposo) después de la oración y As-Salat (la oración) es más superior e importante (que cualquier otra cosa)”.
331. Narró Aishah: El Profeta me dijo: “Abandona el Salat (oración) cuando tu menstruación empiece y cuando termine, lava la sangre de tu cuerpo (toma un baño) e empieza a ofrecer el Salat”.
(29) CAPÍTULO. Ofrecer una oración en un funeral para una mujer quién ha muerto durante (o después) de dar a luz su (i.e., oración de funeral) manera legal de hacerse. [Ver Sahih Al-Bukhri, Vol.2, Hadith No. 1333, 1334 y su capítulo No. 64].
332. Narró Sumara bin Jundab: “El Profeta ofreció la oración del funeral para el cadáver de una mujer quién murió de (durante) un parto (nacimiento) y se paró en medio de su cuerpo.
(30) CAPÍTULO.
333. Narró Maimuna, la esposa del Profeta: “Durante mis menstruaciones, nunca he ofrecido el Salat (oración), pero solía sentarme en la colchoneta al lado de la mezquita del Mensajero de Alláh. Él solía ofrecer el Salat (oración) sobre su sábana y en la postración algo de su ropa solía tocarme”.